Actualmente la alza en los precios que vive la isla es difícil de predecir si será algo solamente temporal o será un efecto permanente.
La inflación en Puerto Rico que experimenta el consumidor y el empresario puertorriqueño, pagando mayores precios en casi todo lo que compra, tiene diversas causas y se manifiesta en un ambiente de incertidumbre tal que hace muy difícil predecir o adelantar su posible duración.
El director de política pública del Centro para una Nueva Economía (CNE), Sergio Marxuach, afirma que ni expertos economistas se ponen de acuerdo sobre si esta reciente tendencia a la inflación es un fenómeno transitorio o permanente.
Sostiene, que parte del problema se relaciona con distorsiones en la cadena de abastos a nivel internacional, provocada por la pandemia de Covid-19, y que afectó todo lo que tiene ver con el sistema de logística a nivel global de transporte.
A su vez se consideró que esta tendencia tardará bastante en arreglarse, aún con un consenso de varios negocios, es probable que tarde meses en solucionarse o incluso que esta situación llegue hasta finales de año, también otro elemento de gran peso en esta ecuación fue el estímulo económico gigante que se inyectó a la economía hace dos años, que los expertos consideran fue bastante necesario.
Marxuach aclaró que el éxito de estas medidas de asistencia económica para apoyar la demanda es uno de los principales responsables del alza en precios y junto con eso el hecho de que los bancos brindaran liquidez al mercado financiero.
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La inflación en Puerto Rico desde la perspectiva mundial
Los gobiernos se endeudaron a una escala que no se veía desde la segunda guerra mundial, ya que sólo en Estados Unidos, los déficit presupuestarios superaron el 12% del PIB (producto interno bruto) tanto en 2020 como en 2021, provocando que todo este estímulo impidiera que la demanda se desplomara.
El problema fue, y es, que la oferta ha sido incapaz de suplir esa demanda, pues afirma que la pandemia interrumpió la producción en todo el mundo y esto afectó directamente la cadena de suministros, provocando retrasos y desabastos.
Ese desbalance lo vivimos a diario los consumidores puertorriqueños en el mercado de alimentos, así como en el de energía y combustibles para el hogar y para nuestros vehículos de motor, siendo esta última es un área donde también la incertidumbre presente hace difícil expresar optimismo, esto al desfase entre demanda y oferta ahora se une el conflicto que se está gestando en Europa con la situación de Ucrania.
También se sabe que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que Rusia podría dejar de suplir gas natural y solicitó apoyo para mantener abastos allá, lo que podría impactar la disponibilidad y la oferta de ese combustible en esta parte del mundo.
Hay otro elemento novel que también aporta a esta corriente inflacionaria y que tiene a los economistas cuestionándose lo que realmente está ocurriendo, esto se trata de la salida de tanta gente de la fuerza laboral, tanto en Estados Unidos como en Europa, así como en Puerto Rico, y que ni siquiera están buscando empleos.
“En parte se debe a que personas que estaban en edad de retirarse decidieron tomar esa decisión ahora, Por otro lado hay personas con niños que no tienen cuido y que no tienen edad para vacunarse, pero también hay otro grupo de personas que están dejando el trabajo y no se sabe exactamente donde van a parar”.
Explicó Marxuach en medios oficiales.
Toda esta realidad, señala, está moviendo a la Reserva federal de Estados Unidos y a bancos centrales de Europa, Suramérica y Asia a hablar de subir las tasas de interés para empezar a controlar el lado de la demanda, ya que en la medida que tomar prestado sea mas caro, reduce el consumo y eso tiende a suavizar las presiones inflacionarias.