Una publicación reciente de la BBC, relata la historia de una familia en Sudán que como muchas, se encuentra atrapada en la frontera con Egipto.
Lo que resalta, no es solo la hazaña –de por sí temeraria- sino la inconcebible suma que se les exige para alquilar un autobús y poder cruzar.
La familia de siete integrantes, tres de ellos en la infancia, huyó de los combates en Jartum hace apenas unos días. A los niños, se suma también una mujer de 88 años.
El monto que les ha sido solicitado para abandonar la demarcación de forma segura, asciende a $40 000, con lo que podrán alquilar un autobús y entonces cruzar.
Cabe precisar que solo las personas que viajan en autobuses con permisos especiales pueden cruzar la frontera. Cruzar a pie está prohibido.
“Hay miles de personas aquí. No hay alojamiento. La gente duerme en las escuelas o [en] colchones”, dijo el señor Fadi Atabani a la BBC desde la ciudad fronteriza de Wadi Halfa.
Gran parte de la familia tiene nacionalidad británica y el Sr. Atabani está pidiendo ayuda a las autoridades del Reino Unido.
Explicó que en medio del desierto no puede garantizar la salud médica de sus hijos, y lanzó un llamado de auxilio al gobierno británico para conseguir un autobús para cruzar.
El Sr. Atabani externó con molestia que los conductores de autobuses se han aprovechado de la situación que atraviesan los viajeros, añadiendo que las cifras son impagables.
“En un día normal, el costo de contratar un autobús es de $3,000. A partir de hoy, la gente está pagando $40,000 para alquilar un autobús hasta la frontera, solo 30 km”, dijo.
Además, explicó que aún teniendo esa cantidad en el banco, era imposible acceder a ella en estos momentos en que los bancos y los cajeros están inhabilitados.
Los enfrentamientos entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Rapid Support Forces (RSF) comenzaron el 15 de abril.
La cantidad de muertos se cuenta en centenares y miles han resultado heridos.
El lunes, las dos partes acordaron un alto el fuego de tres días que se renovó el jueves. A pesar de esto, los enfrentamientos han continuado en algunas zonas.
Hasta hace poco, la capital y sus alrededores tenían una población de 10 millones de habitantes. Quienes sobreviven están ahora sin alimento, agua ni combustible.
Atabani y su familia, abandonaron su hogar con apenas unos cambios de ropa, dinero y algunas pertenencias que pudieron llevarse.
“Salí de Jartum con todos mis objetos de valor en mi casa. ¿Todavía tengo una casa allí? Dios sabe al final de esto. Simplemente agarramos lo que pudimos”.
Los familiares en el Reino Unido dicen que los repetidos esfuerzos para obtener ayuda del Foreign Office no han llevado a ninguna parte.
Según las autoridades, los ciudadanos británicos solo podrán ser evacuados del aeródromo de Wadi Seidna cerca de Jartum, que está a un peligroso viaje en autobús de dos días.
“Es tan difícil llegar a ese aeródromo”, dijo Atabani a la BBC. “Dicen que vas al aeródromo bajo tu propio riesgo, ¿por qué arriesgaría a mi familia?”
Por si fuera poco, el jueves pasado Turquía informó que se disparó contra un avión de evacuación que aterrizaba en Wadi Seidna.
“Los ciudadanos británicos en Sudán son nuestra máxima prioridad e instamos a aquellos que deseen abandonar el país a que viajen al Centro de Evacuación Británico lo antes posible. No podemos organizar ninguna ayuda para viajar al aeródromo”, señaló el Foreign Office en un comunicado.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, 897 personas habían salido del aeródromo de Wadi Saeedna la noche del jueves.
Por su parte, la BBC habló con un médico sudanés británico que está siendo evacuado por la RAF en la ciudad de Port Sudan, en el este del Mar Rojo.
Decenas de ciudadanos sudaneses británicos aguardan por ser evacuados de Port Sudan, pero hasta ahora no ha habido vuelos de evacuación.