Confiada de que la dirigencia del Partido Nacional Demócratas apoyara a sus candidatos en puestos claves que se disputan en Florida, esta semana, Nikki Fried, presidenta Demócrata en el Estado del Sol inició la gira “Take Back Florida” (Acción Para Rescatar a Florida) con una serie de eventos que incluyeron la ciudad de Orlando.
Quitar o rescatar el gobierno de los republicanos es la meta a logra en un estado dominado por la tendencia de derecha del partido conservador.
Y es por eso por lo que Fried dijo que los demócratas están trabajando en todo el estado para hacer retroceder a los partidarios anteriores y ayudar a que se registren nuevos votantes.
“Esta es una oportunidad para que regresemos a nuestras bases y hablemos con nuevas personas que se han mudado aquí al estado”, dijo Fried. “Nuestra juventud realmente no se ha comprometido. Tenemos un plan completo para nuestro Programa Estatal de Jóvenes”.
Fried también afirmó que el repunte del interés demócrata es una señal de que el Partido Republicano está colapsando.
La gira incluye el compromiso del partido de invertir $1 millón en el registro de votantes y la visita a 18 condados en todo el estado. Mientras se preparan para las próximas elecciones especiales. Fried comenzó las visitas a los condados Orange, Volusia y Seminole y están dirigiendo todos sus esfuerzos en recuperar el Distrito 35 que estaba en manos de un republicano que renunció y se han convocado a elecciones especiales el 7 de noviembre.
En conferencia de prensa realizada en Orlando, Fried expuso el programa de su gira y estuvo acompañada del congresista Maxwell Frost, los representantes estatales Anna Eskamani y LaVon Bracy Davis; así como el candidato al Senado estatal Carlos Guillermo Smith y la fiscal estatal del condado de Orange-Osceola, Monique Worrell, durante una conferencia de prensa.
El objetivo de la gira es cerrar la brecha en el registro de votantes entre los partidos republicano y demócrata, que solo se ha ampliado desde que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ganó cómodamente su candidatura para la reelección como gobernador el año pasado, superando al oponente demócrata, Charlie Crist quien fue republicano.
Pero esta vez está ocurriendo bajo un nuevo liderazgo, un liderazgo que no tiene miedo de soltar la extraña bomba F para hacer un punto.
“Es una nueva era”, dijo el representante de EE. UU. Frost, exorganizador y el primer miembro de Gen-Z elegido para el Congreso el año pasado y que espera que los jóvenes hagan el cambio esperado para los demócratas.
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