El 50 % de los adultos mayores gastan más de la mitad de sus ingresos mensuales en pagarlas.
Una reciente encuesta realizada por la Asociación Estadounidense de Personas Retiradas (AARP, en inglés) encontró que tres de cada cuatro personas de más de 50 años tienen algún tipo de deuda en EE.UU.
La encuesta reveló que el 61% de los casi 7,400 adultos mayores de 50 años entrevistados sienten que su nivel de endeudamiento “es un problema”, y un 16% dicen que es “un problema importante”.
Quienes reciben ingresos menores de $40,000 dólares al año tienen más del doble de probabilidades de afirmar que su deuda es un problema importante en comparación con quienes reciben ingresos de $75,000 o más.
El estudio también encontró que es más probable que las deudas sean un problema para las mujeres que para los hombres, y “son una mayor carga para los adultos afroamericanos e hispanos que para los adultos blancos no hispanos”, detalla.
Gil Cabrera, vocero de la AARP, dijo a EFE que los latinos están “muy afectados” por sus obligaciones financieras.
“Entre los problemas más notables está que la mayoría de latinos no tienen dinero ahorrado para afrontar un imprevisto. Tienen que recurrir al crédito para cubrir una emergencia médica o reparar su automóvil, y eso representa un hueco en sus finanzas”, subrayó.
Las tarjetas de crédito representan el tipo de deuda más común en EE.UU. Entre los adultos de 50 años o más que tienen deudas, el 59 % tienen saldos de tarjetas de crédito cada mes, según halló el estudio de la AARP.
Aproximadamente dos de cada tres (68 %) adultos de 50 años o más que tienen deudas dicen que su endeudamiento ha perjudicado su capacidad de ahorrar para la jubilación.
Y ocho de cada diez personas que tienen deudas dicen haber tratado de reducir su nivel de endeudamiento en los últimos 12 meses; sin embargo, relativamente pocas personas hicieron un plan o buscaron información.
Tanto Hernández como Rodríguez han tratado de reducir sus gastos para aportar más dinero al pago de sus deudas, pero ambos explican que los esfuerzos no han rendido mucho fruto.
“Hay herramientas en línea y recursos disponibles para ayudar a las personas que tienen problemas con las deudas. Hay que aprovecharlos. Nunca es tarde para aprender a llevar unas finanzas saludables”, puntualizó.