España aprueba la ley para legalización de la eutanasia. Con esto se suma a la corta lista de países que aprueban la muerte digna para pacientes incurables.
“Hoy somos un país más humano, más justo y más libre. La ley de eutanasia, ampliamente demandada por la sociedad, se convierte por fin en una realidad. Gracias a todas las personas que han peleado incansablemente para que el derecho a morir dignamente fuera reconocido en España”.
Pedro Sánchez, presidente de España
Además, sumando 202 votos a favor , dicha ley entrará en vigor el próximo junio. Los partidos izquierdistas sobrepasan los 141 negativos por parte de grupos de derecha.
Legalización alrededor del mundo
España es el séptimo país en admitir esta ley. Regiones de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Nueva Zelanda y Colombia conforman la lista de lugares donde se puede hacer esta práctica.
Las estipulaciones bajo las cuales se otorga la eutanasia son bajo “enfermedad grave e incurable”, y padecimiento “crónico e imposibilitante”.
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Esta ley otorga el derecho de tener una muerte digna, libre de sufrimientos intolerables para quienes se encuentran en fase terminal.
Sin embargo, solo se llevará a cabo si el paciente conserva sus facultades mentales para tomar esta opción, sin presión externa, y repitiendo la solicitud 15 días posteriores.
Esto garantizaría, tanto la seguridad como predisposición, del paciente ante la eutanasia.
Otra pauta a tomar en cuenta, es la postura del médico a cargo de cada paciente, pues es quien evaluará la petición, bajo consideración de las facultades mentales y de salud que tengan los enfermos.
Impacto social de la legalización
Grupos que defienden la muerte digna, apoyan y aplauden esta decisión que, si bien, aún genera disputas; es una salida adecuada ante el sufrimiento.
Por lo tanto, se toma la ley como una victoria “para la gente que puede beneficiarse de ello”, asimismo se declara que a las personas “se les empuja a tomar la solución más rápida, que es la muerte”, de acuerdo con Polonia Castellanos, de la asociación Abogados Cristianos.
Esta postura va tomando fuerza, a medida que se legaliza en diversas partes del mundo, aunque siga generando interrogantes en el sector médico, católico y grupos de derecha.
Fuente: DW