¿Saben ustedes quien es Angela Alvarez?
Pues nada más y nada menos, la mujer que sirve de inspiración a muchos para volver a creer que los sueños se convierten en realidad, cuando se trabaja con ahínco, pasión y entrega . Su nombre se entrelazó en aplausos y sorpresa por toda la sala del Mandalay Bay Resort y Casino en Las Vegas, donde se llevaba a cabo la entrega número 23 de los Latin Grammys el jueves pasado, al ser llamada a recibir el galardón en la categoría Mejor Artista Nuevo. Lo que fue inicialmente una carrera frustrada como cantante en su Cuba natal, se transformó en una hermosa e inesperada realidad al cumplir 95 años.
¿Que no se puede?
Sí se puede cuando hay deseos, cuando tienes visión y se trabaja para alcanzar aquella estrella que pensamos está fuera de nuestro alcance. Angela hizo gala de su voz a pesar de su avanzada edad y al preguntarle ¿cómo lo hacía? solo dijo: “No tengo un secreto , ni una respuesta certera sobre eso…pienso que quien mantiene mi voz es Dios…” Me imagino que este Día de Acción de Gracias , la ganadora del Grammy levantara su copa mirando al cielo dará Gracias por su premio y por la gran bendición de seguir cantando y de haber cumplido su sueño.
Y ustedes mis queridos amigos lectores y compañeros de cada semana de esta editorial ¿ verdad que tienen mucho que agradecer? El solo hecho de leer mis letras y de comprender lo que en ella se dice, ya es un agradecimiento al Supremo, porque estamos llenos de vida y salud (con algún que otro achaque) pero con VIDA y mientras hay vida hay esperanza. Así que los agradecimientos están a la orden del día. Comience a enumerarlos para que no se olviden a la hora de agradecer y se darán cuenta cuán afortunados son…
Yo…agradezco el valor de mis padres al abandonarlo todo, y embarcarse con una maleta llena de sueños, con las manos vacías pero con el corazón repleto de ilusiones y esperanzas por un mundo mejor.
Agradezco las noches en que el frío corría por mis cabellos y sola intentaba entender un idioma que no era el mío, que me desconcertaba, pero que al final llegué a dominar entre lágrimas, desespero y burla, vencí los miedos y me gradué con beca y honores como cualquier hijo de vecino, nacido en este país.
Agradezco por los tropiezos y por los aciertos y bendiciones.
Agradecimiento de corazón, por ustedes que nos honran cada semana con su lectura. Agradezco por tantas noches de desvelo hilvanando historias para el periódico, agradezco por los compañeros fieles que se convierten en ese apoyo humano, y te secan lágrimas y sudor cuando es necesario y la fuerza te abandona.
Agradezco infinitamente por este papel lleno de tinta que tanto amo: La Prensa… y que hoy al cerrar esta edición, ha sido reconocida con 10 Premios Nacionales de Periodismo, honrando la excelencia en los medios hispanos de los Estados Unidos: José Martí Awards…
Todos mis agradecimientos escritos en un papel para cuando alguien me tiente diciéndome: “no se puede, no hay nada que agradecer”. Yo sepa apretar esa mano, detenerla y decir… cobarde no soy, fracasada menos…Agradecida Siempre!!!!