“La tragedia del colapso del Puente Francis Scott Key en Baltimore ha puesto en relieve una realidad dolorosa: el sacrificio y la valentía de los migrantes que se arriesgan en trabajos peligrosos en la oscuridad de la noche”, son pronunciadas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mientras la Maryland State Police identificaba a dos de las víctimas recuperadas del río Patapsco el miércoles.
Uno de ellos, Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años y originario de México.
“Basados en las condiciones, ahora estamos pasando de un modo de recuperación a una operación de salvamento debido a la superestructura que rodea lo que creemos son los vehículos y la cantidad de concreto y escombros; los buzos ya no pueden navegar o trabajar de manera segura alrededor de eso en las áreas alrededor de este naufragio”, expresó el coronel Roland L. Butler Jr., superintendente de la Policía Estatal de Maryland, durante una conferencia de prensa el miércoles por la noche.
El segundo cuerpo recuperado del agua fue identificado como el guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 años.
Los buzos encontraron una camioneta roja sumergida aproximadamente a 25 pies de agua en la mitad del puente y descubrieron los dos cuerpos atrapados en su interior.
Cuatro trabajadores de la construcción más están desaparecidos y se presume que han fallecido tras el desastre del martes, en el cual el barco de carga Dali chocó contra uno de los pilares del puente en las primeras horas de la mañana, causando el colapso del tramo.
Estos trabajadores también son de Guatemala y El Salvador.
Otra víctima identificada es Maynor Yassir Suazo Sandoval, de 38 años, originario de Honduras, quien dejó Honduras hace 18 años para establecerse en Maryland y realizar trabajos de construcción, entre otros.
Su hermano Martín Suazo Sandoval compartió que Maynor era un pilar fundamental en su familia, y que su determinación lo llevó a establecer un negocio de entrega de paquetes en el área de Baltimore-Washington.
A pesar de los riesgos inherentes en su trabajo en los puentes, Maynor nunca mostró temor, según su hermano. “Él siempre nos decía que tenías que triplicar tu esfuerzo para salir adelante. Decía que no importaba la hora o el lugar del trabajo, tenías que estar donde estaba el trabajo”.