Fue en febrero de 2013 que la joven Beatriz, originaria de El Salvador, esperaba un bebé. Con el embarazo en curso, llegó una amarga noticia; el niño no tenía cráneo.
Para la joven madre se trataba de su segundo embarazo, ya el primero había representado un alto riesgo de gestación y por eso extremó los cuidados con su segundo bebé.
La complejidad de la situación era desoladora, sencillamente culminar con la gestación era una condena a la fatalidad, por lo que le aconsejaron interrumpir su embarazo.
Un comité médico la exhortó a someterse a un aborto, calificando al embarazo de “inviable” y peligroso tanto para ella como para su bebé.
La objeción; el aborto está prohibido en el Salvador bajo cualquier circunstancia. Sin embargo, la familia de Beatriz solicitó que se le permitiera abortar.
El caso fue llevado a la Sala Constitucional del país pero la solicitud fue declinada.
Un artículo realizado por la BBC, relata el viacrucis que Beatriz tuvo que vivir para salir avante. Fue sometida a cesárea en la semana 26 para no contradecir a la ley.
Para la etapa gestacional en que nació su hijo, deja de ser considerado un procedimiento de interrupción del embarazo y se convierte en un parto prematuro.
Aún con esas características, el bebé permaneció con vida únicamente por cinco horas.
Luego de darse a conocer la historia de Beatriz , la joven se convirtió en un símbolo de resistencia y lucha en El Salvador.
El país es uno de los que ostentan las leyes antiaborto más restrictivas del mundo. Su condena puede implicar hasta 50 años de cárcel si se considera homicidio agravado.
A una década del doloroso evento, Delmy, la madre de Beatriz, asisitió a la primera audiencia pública de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El procedimiento analiza si el estado salvadoreño vulneró los derechos humanos de Beatriz. Se trata del primer caso de negación del aborto que juzga este tribunal.
Pese a sobrevivir al desgastante y por demás peligroso embarazo, Beatriz falleció cuatro años después de su segundo parto.
Aún cuando su causa de muerte fue un fatal accidente, muchas salvadoreñas recuerdan el caso y continúan clamando una reforma en la legislación del aborto.
“Para mí fue bastante duro que el feto no pudiera terminar su gestación. Yo estaba con Beatriz en el hospital cuando llegaron a decirle que le iban a hacer una cesárea. La obligaron a tener un bebé sin cráneo que murió a las cinco horas de nacer”, relató Delmy a BBC.