¿Quién es Carlos Díaz?
Carlos Díaz es un psicoterapeuta titulado de la licenciatura en Psicología. Egresó de la Maestría en Psicología Clínica y Salud por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos en Barcelona, España. También tiene un certificado en Mindfulness y Programa de reducción de estrés basado en Mindfulness (MBSR) por el Instituto EsMindfulness de Barcelona, España.
Cuenta con más de doce años de experiencia en la consulta privada, atendiendo tanto en España como en México.
Su especialización es la terapia cognitiva conductual y la terapia cognitiva basada en Mindfulness.
Trabaja todo tipo de trastornos. Colabora con grupo de profesionales en el Hospital Ángeles del Pedregal, en la Ciudad de México. En dicha institución tratan trastornos gastrointestinales desde un enfoque interdisciplinario.
Puedes encontrarlo en el siguiente enlace: https://psicologocarlosdiaz.com/
En esta ocasión en el marco del mes de la prevención del cáncer colorrectal, le realizamos una entrevista para ahondar en la relación entre los diagnósticos de cáncer y nuestra salud mental. ¿De qué manera podemos lograr que este proceso sea menos complicado? Estas fueron sus respuestas.
¿Qué es lo primero que debe hacer una persona al recibir un diagnóstico de cáncer?
Carlos Díaz mencionó que al recibir un diagnóstico de cáncer, lo primero que debes hacer es buscar ayuda médica y psicoterapéutica. También es importantísimo asegurarnos de contar con una red de apoyo y respaldarnos en ella. Debido a que hay personas que desafortunadamente no la tienen, deben de preguntar por redes de apoyo donde puedan sentirse acompañadas. El acompañamiento es esencial, ya que es un proceso muy largo y difícil, no es una situación que las personas deban pasar sin compañía.
¿Cuáles son los síntomas emocionales que ocasiona el diagnóstico de cáncer? ¿Cómo se puede lidiar con ellos y lograr una actitud más positiva?
El cáncer como enfermedad no genera sintomatología emocional, es el diagnóstico lo que los genera. Es muy común que sintamos miedo, ya que hablamos de una enfermedad que está muy relacionada con la muerte. Otra reacción que puede surgir en una persona con un diagnóstico de cáncer es la negación.
También podemos sentir ansiedad, esto debido a los pensamientos que se generan a partir de que nos comunican el diagnóstico. Por supuesto que también podemos tener estrés e incluso desarrollar depresión.
Una de las reacciones que el paciente puede tener es la negación, por eso es tan importante un grupo de apoyo. Cuando la persona entra en este estado de negación, muchas veces de shock, la ansiedad incrementa. Pueden empezar a tener sentimientos de profunda tristeza y es difícil enfrentarlo. Por lo tanto, “es importante evitar el no pasa nada, todo va a estar bien”, porque genuinamente no está bien, estamos enfermos, perdiendo salud, estamos entrando en un desequilibrio.
Para enfrentarlo de una manera más positiva primero debes rodearte de esta red de seguridad, de acompañamiento emocional, rodearte de médicos que sean de tu plena confianza, porque si no confías en los médicos que te van a tratar va a ser difícil que cambies tu chip. A partir de allí, debes buscar toda la información que puedas obtener, sobre tratamientos, síntomas, médicos, el acompañamiento psicológico, etc. Partiendo de allí, sentirás un poco más de calma.
Cuando a una persona le dan un diagnostico tan fuerte, su mundo gira en torno a este, dejamos de ser, nos convertimos en ser cáncer y en ser personas con cáncer. Para combatir eso podemos tratar -en medida de lo posible- ya sea física o emocionalmente, seguir con nuestras vidas. Buscar actividades placenteras, rodearnos de gente que nos quiera, de momentos lindos. Si estamos pensando día y noche en el cáncer, nuestras emociones se verán fuertemente afectadas. Esto ayudará a llevar el proceso de una manera menos dura y complicada.
¿Qué acciones puede hacer una persona como red de apoyo, qué puedes hacer tú para que el paciente se sienta más apoyado?
Si una persona cercana a mí tiene cáncer, primero que nada, debemos borrar el “échale ganas”, porque una persona que está enferma no lo está por no “echarle ganas”.
Podemos preguntarle ‘cómo estás, qué necesitas, qué puedo hacer por ti’, acercarnos y dejar que la persona sea quien nos diga qué necesita. Tal vez quiera estar sola, o que le acompañemos en silencio, que le ayudemos a buscar terapia y ayuda médica, o simplemente quedarnos a su lado.
Muchas veces cuando una persona recibe un diagnóstico así de grande, es difícil que pueda saber lo que necesita, entonces debemos tratar de hacerles más fácil, en -medida de lo posible- su vida. Darles desde lo más básico, asegurarnos que tengan las citas de los médicos confirmadas, asegurarnos que tengan a alguien que les ayude, porque su mundo se convierte en el diagnóstico y abandona las otras áreas.
La terapia psicológica también debe de incluirse en el protocolo de tratamiento integral. ¿Existe alguna corriente específica de psicología para este caso?
Existen los psicooncólogos, que trabajan específicamente con pacientes que tienen cáncer. Los encontramos en los hospitales o instituciones que trabajan con temas de cáncer. De no encontrar un psicooncólogo, cualquier psicoterapeuta capacitado y entrenado para trabajar el duelo puede ayudarnos a llevar el proceso de cáncer. La diferencia es que los psicooncólogos están más familiarizados con las reacciones físicas, terminologías y el tratamiento médico que recibe el paciente.
“Recordemos que una parte muy importante dentro de cualquier tratamiento psicoterapéutico es que la otra persona se pueda expresar, el hecho de hablar ya es terapéutico, poder hablar con confianza y sin miedo al juicio, cuando lo hacemos con un terapeuta que está entrenado y tiene las herramientas ya es lo indicado”.
Expresó el psicoterapeuta Carlos Díaz.
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¿Qué herramientas psicológicas puede usar un paciente con cáncer?
Primero hay que trabajar en la aceptación, el paciente debe aceptar que está pasando por un proceso de cáncer, porque si caemos en la negación nos vamos a negar también a recibir el tratamiento.
Dentro de la psicología hay una rama llamada psicoterapia cognitiva, que trabaja con diversas herramientas, una de ellas es mindfulness y podemos hacer uso de ella para trabajar con los estados de ansiedad, a reducir los efectos fisiológicos que surgen a partir del estrés, la radioterapia y quimioterapia. Podemos también trabajar con meditación, para ayudar al paciente a reducir las sensaciones físicas derivadas de la enfermedad o del tratamiento. A nivel cognitivo, para el tren del pensamiento que dispara la ansiedad.
La terapia ocupacional también es de gran ayuda. Ocuparnos, salir, sentirnos útiles, cuando hacemos terapia ocupacional llevamos nuestra atención a un lugar más placentero. Hacer actividades que nos ayuden a llevar la atención a otro lugar para que nuestro mundo no se convierta en la enfermedad, también ayuda a reducir la ansiedad.
“Si mi punto focal es la enfermedad, me va afectar en todos los aspectos de mi vida. Haré todo lo posible por tratarlo, pero no ocuparé el 100% de mi tiempo en eso porque entonces mi salud mental va a reventar”.
Reiteró Díaz.
En ocasiones el paciente que recibe este tipo de diagnóstico siente que debe mantenerse fuerte, invencible ante sus seres queridos y familiares y eso le genera más presión, pero ¿cómo debería de expresar y entender sus emociones para afrontar la situación?
“Culturalmente asociamos la debilidad con mostrar lo que sentimos y además lo vemos como algo malo. Como sociedad tenemos que dejar de presionar a las personas a que no muestren vulnerabilidad. El mostrar nuestras emociones requiere muchísima más valentía que no mostrarlas, porque eso significa pararse frente al espejo y reconocerse como un ser vulnerable. Sí, debes mantenerte fuerte, pero cómo lo harás si por dentro estás tambaleandote”.
Resaltó el psicoterapeuta.
Cuando una persona cree que tiene que mantenerse fuerte, una manera sana de mostrar fortaleza, sería reconocer el miedo y la incertidumbre que te genera el diagnóstico. Aceptar que en ese momento necesitas toda ayuda posible. Allí es donde reside la fortaleza, entendiendo que necesitas compañía, porque lidiar con eso será duro. No debemos confundir fortaleza con estado de ánimo, porque muchas veces relacionan la fortaleza con la positividad.
Carlos menciona que él prefiere cambiar la positividad por confianza. Mantener confianza en tus médicos, en la ciencia, en que estás haciendo lo que tienes que hacer, confiar en tu cuerpo. Reconocer que habrá días donde te sientas cansado porque son tratamientos complicados y dolorosos.
“Voy a confiar en que mi cuerpo va a hacer lo que tenga que hacer para salir adelante de esta, y de allí mantenerte positiva puede ser posible, si emocionalmente me siento equilibrado mi sistema inmune va a hacer lo que tenga que hacer”.
Añadió.
¿Qué tan importante es mantener los pies en la tierra?
“Confiar no quiere decir dejar de ser realista”.
Dijo Carlos Díaz.
Tenemos que tener en cuenta de que existe la posibilidad que el tratamiento no funcione, es probable que las cosas no salgan como tú lo esperas. Pero no debemos mezclar el realismo con la negatividad.
“Hay que ser realistas sí, y dentro de este pensamiento objetivo hay que tener en cuenta que estamos haciendo todo lo posible por salir de la enfermedad, y preguntarnos si hay algo que no estemos haciendo que dependa de nosotros mismos y si no, hay que soltarlo”.
Mencionó.
Díaz recalcó que debemos encontrar un punto medio entre la confianza, la fortaleza y el realismo.
¿Qué papel juega la familia y amigos en el proceso de acompañamiento psicológico?
“Juegan un papel fundamental, porque si tenemos la suerte de contar con amigos y familiares en ese momento, se convierten en una red de apoyo esencial para el tratamiento”.
Expresó Carlos Díaz.
“Juegan un papel fundamental porque van a ser las personas de las que nos vamos a sostener”.
Agregó.
Carlos mencionó que es de suma importancia buscar ayuda en grupos de apoyo, este diagnóstico no es algo que se recomiende pasar de manera solitaria.
¿Qué consejo le darías a un paciente que acaba de recibir un diagnóstico de cáncer?
Primero que intente mantener la calma -a medida de lo posible- ya que es complicado. Después debe buscar a una persona, médico, algún miembro de su iglesia, o cualquier persona de confianza con la que pueda compartir su diagnóstico y pedirle ayuda para llevar este proceso. También es importante que se informen, afortunadamente los tratamientos para el cáncer han avanzado mucho y mientras más pronto lo detecten más probabilidades de salir adelante. Se pueden permitir unos días de duelo, pero tan pronto les sea posible que busquen ayuda y que comiencen el tratamiento.
“Que busquen acompañamiento y que no la pasen solas y solos. Que se mantengan en este estado de equilibrio”.
Finalizó nuestro psicólogo Carlos Díaz.