El reciente Desfile Puertorriqueño de la Florida Central se convirtió nuevamente en un punto de controversia. El inicio del acto de corte de cinta estuvo marcado por la desorganización generando un ambiente de confusión y malestar.
Según informes, Ralph Morales, presidente de la Junta Directiva del Desfile Puertorriqueño de Florida, Inc. (FLPRP) se molestó con el senador republicano Rick Scott, porque según “no siguió instrucciones” establecidas para el desarrollo del desfile.
Y es que Scott llegó con una delegación de seguidores puertorriqueños afiliados al partido republicano tales como el exgobernador puertorriqueño Luis Fortuño, la senadora del Partido Nuevo Progresista, Keren Riquelme y otros boricuas locales influyentes quienes horas antes habían brindado el respaldo a la reelección.
Morales increpó a los guardias de seguridad de Scott y se mostraba visiblemente incómodo por la presencia del senador. Finalmente, Scott se tomó algunas fotos con el grupo de padrinos y dignatarios y luego Morales se apartó. Se procedió al corte de la cinta inaugural, y el grupo de republicanos se retiró con la satisfacción de haber logrado que su delegación participara en el acto.
“¡Pura política!”, expresó Lucy Beltrán. En años anteriores, los principales participantes del desfile solían ser candidatos o funcionarios del Partido Demócrata, lo que llevaba a pensar que la mayoría de los puertorriqueños simpatizaban con esta agrupación.
Sin embargo, se ha demostrado que las afiliaciones políticas de los boricuas son tan diversas que incluso hubo alguien que portaba una pancarta a favor de Donald Trump para su elección para presidentes mientras ondeaba la bandera de Puerto Rico. Otros portaban flyers que invitaban a votar por Debbie Mucarsel-Powell, contrincante demócrata de Scott.
La falta de control por parte de los organizadores permitió que la política se infiltrara en un evento que debería estar destinado al entretenimiento. Pancartas de ambos partidos, republicanos y demócratas, ondeaban a lo largo de todo el recorrido de las delegaciones. Según Morales, su organización es una entidad 501(c) que no tiene permitido involucrarse en política ni respaldar candidatos.
Otra situación que provocó caos fueron los camarógrafos de Channel 9 quienes obstaculizaron el trabajo de otros periodistas, impidiéndoles capturar imágenes del corte de cinta con lo que iniciaba el desfile. Morales dijo que ellos no se iban a quitar de allí por una aparente exclusividad para transmitir en vivo el corte de cinta del desfile.
La falta de coordinación también se evidenció en la recepción de la Gala del desfile, donde varios asistentes expresaron que hubo desorganización con personas apretujadas en el pasillo y un retraso de una hora para entrar al salón donde la fiesta se realizó.
Se observó una división selectiva hacia algunos medios de comunicación, excluyendo a algunos periodistas y medios locales importantes. Esta exclusión generó críticas y cuestionamientos sobre la transparencia y la equidad en el evento.
Hay que recalcar que La Prensa ni sus directivos fueron invitados a la Gala del 25 de abril o al desfile del sábado 27.
“Ya preguntamos a los organizadores por qué La Prensa, siendo el principal periódico hispano en Florida Central no fue invitado ni a la Gala, ni al desfile puertorriqueño. Nos prometieron revisar ese caso”, expresó Trini Quiroz, líder comunitaria de Orlando.
A pesar de los contratiempos, el desfile continuó su curso. El evento también sirvió como plataforma para reconocer a destacados líderes comunitarios y políticos, como Marcos, Vilar, Betzy Franceschini, Jimmy Torres-Vélez, Julio Zayas, Jeanette Quiñones y Luis Hernández, entre otros.
En las calles la gente entusiasmada demostró la diversidad y el talento de la comunidad puertorriqueña en Florida quedaron en evidencia, todos orgullosos y felices ondeaban sus banderas con los colores blanco, rojo y azul. Las actividades siguieron con un festival que presentó a el reguetonero Yomo y a el salsero Nino Segarra quienes cerraron el evento.