Hemos preparado un suplemento en esta edición sobre la Edad Dorada.
Me puse a pensar ¿Soy parte de esa Edad Dorada ya?¿cuál es mi próximo capítulo, donde se quedará reflejada mi historia, mi legado…?¿He sido una guerrera o una perdedora? Muchas preguntas… pocas respuestas…
Pero al hacer un paréntesis en la historia de mi vida , me doy cuenta que a todos nos pasa igual. A veces los días transcurren tan deprisa que no sabes ni qué hora es. Y de buenas a primera pasas de los 30 a los 60 y ya la vida se va deteniendo poco a poco y caes en el plano de ser invisible para otros. Y tus inquietudes y preocupaciones se vuelven solo tuyas. La incertidumbre y el miedo a perderlo todo y a llenarte de arrugas sin sentido, se apoderan en un abrir y cerrar de ojos de ti.
Pero sin prisas, vuelve la calma.
A mi paso por este mundo siempre tomo nota de las cosas que me interesan, mi comunidad, mi gente, mi familia, mi país lejos de mi alcance, el mundo en que estamos viviendo y ahora mi periódico, sacudido ante la noticia, de que otro que llevaba en este pueblo 20 años y que era respaldado por un gran consorcio, cierra sus puertas, dejando a muchos sin su sustento diario. Qué gran responsabilidad la mía y a mi edad…una fuerte brisa mueve mi cabello y digo bajito… porque ya hasta hablo sola, y me contesto… “Vamos viento, no tengo un plan perfecto, y mi vida en realidad no depende de este periódico, pero me preocupa mi gente”. ¿ Que harían los que nos siguen después de 41 años, y los que nos desvelamos trabajando para entregar cada semana lo mejor, que pasara con nuestra historia de lucha y constancia?
Para algunos El Sentinel Orlando desaparece porque no existe el interés por leer nada impreso, y opinan que la parte impresa ha sido reemplazada por la era digital. Y a parte de pasar a ser invisibles como los de la Edad Dorada, nos consideran un medio obsoleto. Sin embargo, para los míos y para mí ,todavía prevalece el valor a la tinta escrita, el olor a la misma y la tradición de esperar por un papel semana tras semana que te acompaña y te ilustra a la hora de deleitarte con un buen café.
Benedetti dijo “el que quiera encontrar a la persona perfecta, que busque en otro mundo. Acá somos todos rotos, descosidos y vueltos a coser con mucho amor”. Cuando escuché la noticia de que se iba El Sentinel Orlando, me descosí pensando en La Prensa que se tambaleaba. Y a pesar de que en esta época nadie cree en los finales felices…hoy vuelvo a coser con mucho amor estas líneas , impregnando este papel de información y dejándole saber a todos que aunque nos llaman viejos, de la edad dorada, anticuados y obsoleto. Nuestro periodico utiliza con orgullo los recursos del lenguaje escrito para cumplir la primera finalidad del periodismo que es unir a un pueblo e informar . Seguimos corriendo de mano en mano, y confiamos en no detenernos en un buen tiempo, gracias a su lectura y auspicio. Como dice el refrán “ A canas honradas no hay puertas cerradas.” Dejen que nos llamen viejos…