Leyendas y nuevas voces encendieron el Día Nacional de la Zalsa en Orlando
Fue un domingo de puro ritmo y alegría salsera . El Día Nacional de la Salsa, que honra la herencia musical puertorriqueña y caribeña, se vivió con intensidad en Orlando con un cartel de lujo y una comunidad entregada al baile.
Después de un receso de dos años, el evento regresó al lugar que lo vio nacer, el Central Florida Fairgrounds, con una alineación que combinó leyendas y nuevas voces del género. Entre los artistas estuvieron José “Cheo” Torres, Calvito Reyes & Harold, Melina Almodóvar, Christian Alicea, Pupy Santiago, Luis Figueroa, Puerto Rican Power, Oscar D’ León, Willie Rosario, José Alberto “El Canario” y la icónica Sonora Ponceña.
El público lo vivió con intensidad. “Vinimos a disfrutar la presentación de Oscar D’ León y somos bien fanáticos de José Alberto ‘El Canario’. Venimos todos desde Nueva York, unos 80 que viajamos, y nos juntamos con otros diez que vivimos en Miami. Armamos la caravana para participar y disfrutar de este evento. La pasamos súper bien”, contó emocionado Francisco Bancampero, dominicano residente en Miami.
Los asistentes pusieron su propio sabor. La gente de Colombia, salsera de corazón, no podía faltar, ondeando su bandera —a veces confundida con la de Ecuador—. Y, por supuesto, los venezolanos que por primera vez vieron a su compatriota Oscar D’ León partiendo la tarima con temas como Llorarás y otros grandes éxitos que pusieron a bailar a todos.
Para Ricky Rubio, quien fue parte de la producción del primer evento, Orlando se ha convertido en un escenario clave para el movimiento salsero en Estados Unidos. Recordó que, tras la pandemia, en 2021, la ciudad fue sede del primer gran concierto masivo: “Después de 37 años, el Día Nacional de la Salsa salió de Puerto Rico para Orlando. Se hizo aquí con un cartel impresionante: El Gran Combo, Charlie Cruz, Jerry Rivera, Tony Vega, Viti Ruiz y muchos más. En ese entonces hubo bastante presupuesto y se logró una producción millonaria. El segundo intento fue más pequeño y el tercero se trató de hacer en el KIA Center”, recordó.
Rubio insistió en que el espíritu del festival debe mantenerse al aire libre. “Esta es una fiesta de pueblo, donde la gente baila, bebe, se sienta en el piso… no puedes hacer eso en un sitio cerrado. Este año estuvo muy bien logrado, porque así es como debe ser: abierto al pueblo, para que todos disfruten y bailen”, afirmó.
Además, destacó la importancia de traer artistas internacionales. “En Puerto Rico ya han estado agrupaciones como Aventura y Los Adolescentes en el Día Nacional de la Salsa. Aquí fue una gran estrategia traer a Oscar D’ León, porque tenemos una comunidad venezolana muy grande en Estados Unidos”, agregó.
El maestro Willie Rosario, institución viva de la salsa, reflexionó con franqueza sobre la diferencia entre la celebración en Puerto Rico y la de Orlando. “El Día Nacional de la Salsa se originó en Puerto Rico, aprobado por la Legislatura, pero eso fue en tiempos en que se sabía lo que se estaba haciendo. Ahora no saben y el evento se fue aflojando. Ahora lo van a celebrar en octubre, en el estacionamiento del Hiram Bithorn, pero honestamente ha ido en decadencia. No por culpa del público, sino por culpa de los productores”, expuso.
Ante su contundente honestidad, esta reportera no tuvo más que agradecer su franqueza, con la esperanza de que estas palabras lleguen a oídos de los organizadores en la Isla, para revitalizar un evento que es querido en todo el mundo, especialmente en países como Perú, Colombia y Venezuela.
El maestro Willie Rosario, con más de cinco décadas de trayectoria, reafirmó su vigencia con una impecable presentación. Reconocido por su disciplina y por haber formado a grandes exponentes, reflexionó en entrevista con La Prensa:
“La salsa siempre está viva. Las nuevas generaciones incorporan influencias del reguetón o del pop, pero nuestro género sigue teniendo su lugar. Lo importante es que no se pierda la esencia”. Incluso agradeció a artistas como Bad Bunny, quien escribió Un Baile Inolvidable. “Le di mis felicitaciones porque ayudó a levantar la salsa frente a los jóvenes. Eso mantiene viva nuestra música”.
El dominicano José Alberto “El Canario”, con su inconfundible voz y capacidad de improvisar soneos, celebró en Orlando sus 50 años de carrera. Interpretó clásicos como Sueño Contigo, Discúlpeme Señora y Hoy Quiero Confesar, además de un popurrí que hizo cantar al público de principio a fin.
Sonora Ponceña: explosión final
Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Oscar D’ León, quien representó con orgullo a Venezuela. Temas como Llorarás y Detalles encendieron a una multitud que bailaba ondeando banderas venezolanas. El cierre de la noche quedó en manos de la Sonora Ponceña, que, con Carabali, Fuego en el 23 y Sola Vengo puso el broche de oro a una jornada memorable.
“Orlando siempre nos recibe con cariño. Aquí la diáspora mantiene viva la tradición”, dijo Rosario.
“Este festival nació en Puerto Rico, pero hoy es fiesta internacional”, concluyó ‘El Canario’.