El Consulado de México y a la Embajada Mexicana en Washington han emitido una alerta de viaje de precaución para turistas mexicanos que planeen visitar Orlando
Martín González, un padre mexicano alza la voz tras la detención de sus dos hijos el 7 de julio en circunstancias separadas en Orlando, denunciando lo que considera un atropello a sus derechos y un abuso de poder por parte de la Patrulla de Caminos de Florida (Florida Highway Patrol) y autoridades migratorias.
El padre relató en redes sociales junto a Juan Sabines Guerrero, cónsul de México en Orlando, que su hijo fue detenido durante un operativo de tránsito por tener vidrios polarizados y placas mexicanas, a pesar de que su vehículo cumplía con las normativas, según comentó el diplómatico mexicano.
El joven de 26 años, fue detenido en Hughey Av. esquina con Robinson Street, en Orlando y llevado a la cárcel del Condado de Orange. Luego, su hermano Carlos, de 31 años, quien se encontraba en Orlando como turista con una visa vigente, llegó al lugar con el título de propiedad del vehículo, pero dicho documento no estaba a nombre de ninguno de los dos hermanos, de acuerdo con la Patrulla de Caminos.
Posteriormente ambos fueron trasladados a un centro de detención de inmigración.
Carlos que tenía tres meses en Estados Unidos después de asistir a las carreras de Formula Uno en Miami y visitar Las Vegas tiene una visa de turista y un ticket de avión de regreso para el 15 de julio, dijo su papá.
“La abogada Andrea Reyes, de la Red Nacional de Abogados de Inmigración, está llevando el caso, pero nos encontramos en un limbo legal porque no nos han proporcionado un número de caso, lo cual impide cualquier acción legal inmediata. Es una violación directa al derecho de defensa”, denunció Sabines Guerrero.
Los jóvenes permanecen detenidos en un centro conocido como “Alligator Alcatraz”, donde, según testimonios, las condiciones de detención son precarias y la comunicación con abogados es prácticamente nula. La familia exige que se respeten sus derechos civiles, especialmente porque ninguno de los dos ha cometido delitos: “andar con vidrios polarizados no es un crimen”, insistió el cónsul mexicano.
La situación ha encendido alarmas en la comunidad mexicana en Orlando. Activistas y miembros del consulado mexicano se han movilizado para exigir la liberación de los detenidos y denunciar lo que consideran una política de detenciones arbitrarias.
“El problema es que no sólo afecta a indocumentados. Hay ciudadanos estadounidenses de origen latino que están siendo detenidos y cuestionados por su apariencia”, explicó Sabines Guerrero quien acompaña a la familia. Ejemplificó con el caso de otro joven, ciudadano nacido en Texas, que fue detenido en recientemente cuando entraba a Florida bajo sospecha de ser indocumentado, y solo pudo demostrar su ciudadanía tras mostrar documentos oficiales desde su teléfono.
Ante esta oleada de casos, la familia y sus representantes legales han solicitado al Consulado de México y a la Embajada Mexicana en Washington la emisión de una alerta de viaje para turistas mexicanos que planeen visitar Orlando, debido al creciente número de detenciones arbitrarias contra personas de origen hispano.
La Cámara de Comercio Puertorriqueña y organizaciones de derechos civiles han empezado a documentar estos incidentes, mientras se espera que las autoridades locales y estatales den explicaciones sobre los protocolos que están permitiendo estas detenciones, que, según los denunciantes, buscan “llenar centros de detención bajo la excusa de seguridad migratoria”.