El gobernador de Florida, Ron DeSantis, pretende extender la polémica ley “Don’t Say Gay” a niveles educativos de educación media y secundaria.
Actualmente, “Don’t Say Gay”, que prohíbe la enseñanza de ideología de género en las escuelas primarias, podría formar parte de la agenda política rumbo a las elecciones 2024.
Según los expertos, esta ley representa una de las cartas más fuertes del republicano, con miras a ganar más adeptos que le permitan triunfar en el camino a la presidencia.
La ley “Don’t Say Gay”, castiga con la suspensión o pérdida de licencias de enseñanza a los profesores que incurran en omisión.
De esta manera, tanto enseñar como debatir y brindar información sobre orientación sexual e ideología de género, está totalmente vetado de las aulas de educación primaria.
Esta nueva regla, podría ser sometida a votación por la Junta de Educación el próximo mes.
Según medios locales, fue presentada por el Departamento de Educación del Estado y no necesitará aprobación legislativa para entrar en vigencia.
Ambos organismos; tanto el departamento de educación como la junta, están dirigidos por personas designadas por DeSantis.
Qué dice la nueva modificación a Don’t Say Gay
Las nuevas modificaciones a la ley, establecen que se prohibirán las conversaciones sobre identidad de género y orientación sexual desde cuarto hasta duodécimo grado.
La “Don’t Say Gay”, titulada oficialmente “Ley de derechos de los padres en la educación”, fue aprobada el año pasado.
Sus prohibiciones ya se aplican desde el jardín de infantes hasta el tercer grado de educación primaria.
Las lecciones sobre orientación sexual e identidad de género, solo serán impartidas si lo requieren las normas estatales existentes.
Asimismo, podrán ser parte de las clases de salud sexual y reproductiva. En estos últimos casos, las clases son opcionales.
Casa Blanca desaprueba el intento de ampliar la ley “Don’t Say Gay”
¿Por qué “Don’t Say Gay” es una legislación controversial?
DeSantis y su convicción por la ley “Don’t Say Gay”
DeSantis, partidario de la ideología conservadora, cree firmemente en las divisiones ideológicas como su antiguo mentor, Donald Trump.
Gran parte de su imagen pública, es llevada por sus asesores como el antídoto contra lo que el gobernador llama “adoctrinamiento liberal” por parte de los demócratas.
Contrario a su postura, se encuentran los pensamientos progresistas, que anticipan un mayor riesgo al censurar la información sexual en lugar de brindarla.
De acuerdo con la organización The Trevor Project, las generaciones de jóvenes LGBTQ+ están definiendo su orientación sexual e identidad de género a más corta edad.
Tomando en cuenta lo anterior, estas generaciones se encuentran potencialmente en riesgo de victimización al estar menos equipados para manejar la situación.
Una encuesta realizada en 2021 por esta organización, detalló que, de la muestra sondeada con edades entre 13 y 17 años, salieron en promedio a los 13 años del “clóset”.
En contraste con los jóvenes LGBTQ de 18 a 24 años que salieron, en promedio, a los 16.
“Los jóvenes LGBTQ que salieron antes de los 13 años habían aumentado las probabilidades de suicidio. Más de la mitad de los jóvenes LGBTQ que salieron antes de los 13 años (56%) consideraron seriamente suicidarse en el año 2020, en comparación con el 42 % de los jóvenes que salieron más tarde”, reveló el estudio.
DeSantis y otros republicanos que apoyan la ley, sostienen que protege a los niños del contenido inapropiado que no pertenece a las escuelas.
Argumentan que los padres, no los maestros, deberían mantener discusiones sobre temas como la orientación sexual y la identidad de género con sus hijos.