Lo dije anteriormente en una de mis editoriales, el comunismo está de moda, y definitivamente se comprobó el pasado Domingo en Colombia, con su primer gobierno de izquierda. Con tristeza y algo de desesperación recibí la noticia; al principio pensé que estaban bromeando, después me di cuenta, que la realidad iba más allá de una broma. Asumo, que todo esto tiene que ver con la nueva era de aquellos jóvenes en su lucha por la libertad de pensamientos, que piensan que la democracia y el socialismo van de la mano.
Acabamos de comprender con este triunfo que el poder no tiene color ni pasado, ni mochila pesada y ensangrentada. Petro recargó baterías con su planteamiento de reforma profunda “un cambio por la vida”, su pro mesa de transformación en todos los ámbitos, atacando con fuerza la desigualdad y la violencia.
El paso de la pandemia fue otro factor clave que estuvo a su favor, saliendo a relucir aún más los problemas cotidianos de la pobreza en el país. Los analistas también creen que el triunfo estaba declarado, porque abrazó a su papeleta electoral la participación de Francia Márquez, feminista y activista medioambiental, quién simbolizó la lucha colectiva por la igualdad étnica y de género, en un país que ha estado gobernado históricamente por hombres blancos de élite y urbanos, y se convertiría en un ejemplo de admiración, por ser la primera mujer negra que alcanzaría la vicepresidencia colombiana.
Hay que destacar que a Gustavo Petro , su perseverancia de seguir luchando por llegar a ser presidente y su inteligencia usando promesas para conquistar al pueblo como: “Mi presidencia está muy lejos de ser un espejo de la venezolana”…. (Amanecerá y veremos), lo colocaron en el sitial que ocupa ahora. No nos queda otra que admitir, que este resultado electoral será sin lugar a dudas, un experimento político social y de supervivencia para la tierra de Nariño. Este antagónico pasara a la historia para los que sí creemos en la democracia y en la libertad, como el punto negro de la impotencia, que se distingue aun mas, en una página de papel en blanco. Confiemos en el Supremo, para que la historia de Colombia, no termine reflejada en el espejo empañado y fracasado de Cuba y Venezuela.
Si queda alguna duda de lo importante que es para un pueblo la libertad, le cito un párrafo del libro de Don Quijote de la Man cha escrito por el gran Miguel de Cervantes donde dice: Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que es taba en su centro y que los espíritus se le re novaban para proseguir de nuevo el asunto de sus caballerías, y volviéndose a Sancho le dijo:
—La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los teso ros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido. ¡Venturo so aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro, que al mismo cielo, pero en libertad!
Uno triste para analizar y digerir, escrito por el novelista francés Víctor Hugo:
“La libertad es, en la filosofía: la razón; en el arte: la inspiración; en la política: el derecho.”
Por mi parte, aprendí en mi infancia: En el comunismo… ni razón, ni inspiración, ni derecho… Ni Libertad”
Suerte Colombia!!!
Maritza Beltrán