Denuncia que su casa supuestamente “quiere ser robada”. Un residente de Orlando enfrenta un embargo hipotecario, pero es inusual porque asegura que abogados, jueces y el banco se han coludido para cometer fraude y despojarlos de su vivienda primaria. Además alegan que sus derechos constitucionales han sido violados.
Se trata de una ejecución hipotecaria que enfrenta Israel Otero y su esposa Pura Rodríguez, residentes de Orlando, en un proceso judicial que ha sido largo y devastador emocional y financieramente hablando. “He tenido que gastar dinero y utilizar parte del tiempo de mi trabajo para enfrentar la demanda judicial del Bank of New York Mellon”, explicó el residente quien además ha tenido que tomar el caso en sus propias manos debido a que el abogado que contrató aparentemente se fue a favor del banco.
Otero dijo que quiere hacer pública su denuncia ya que la presunta comisión de un fraude en la corte de Florida es de interés público. El residente de Orlando aconseja a las personas que se puedan ver frente a un proceso de ejecución inmobiliaria, que estén al pendiente de los abogados que contratan y también del proceder de los jueces, para evitar ser víctima de un posible fraude en medio del proceso.
Y es que con la cancelación de moratorias en los juicios hipotecarios y a medida que empeora la crisis económica las familias están siendo desalojadas de sus hogares. En mayo las solicitudes de ejecución hipotecaria aumentaron el 1% con respecto al mes anterior, como resultado, hubo 30,881 propiedades con solicitudes de ejecución hipotecaria: avisos de incumplimiento, subastas programadas o embargos bancarios. En Florida una de cada 1211 unidades de vivienda fue embargada en el primer trimestre de 2022, en total son 8,147 unidades embargadas, según ATTOM, la organización de análisis de datos del mercado de bienes raíces.
El caso de Otero es diferente porque la ejecución hipotecaria no es por falta de pago. En 1998 con dos años de haber llegado de Puerto Rico, él junto con su esposa obtuvieron un préstamo del banco Republic Bank y compraron la casa de Glasgow Avenue en Orlando por $67,000, pero en 2014 el Bank of New York Mellon, actuando como Trustee (fideicomiso) “protector de intereses de presuntos inversionistas”, comenzó una demanda judicial de embargo hipotecario de la casa de Otero en el Tribunal del Noveno Circuito de Florida. La casa está actualmente valorada en más de $400,000.
Durante el periodo de 1998 hasta el 2014, dos bancos han sido los “dueños” del préstamo que al principio fue originado por Republic Bank, después los pagos fueron enviados a Country Wide. En el año 2004 el banco BB&T compró a Republic Bank. En una carta con fecha “6 de enero de 2015” BB&T les informó que Republic Bank transfirió el préstamo en junio del 2002. Por eso BB&T nunca les envió una factura de pago.
“En la demanda judicial el Banco de Nueva York alega que BB&T le transfirió el préstamo, eso es falso porque Republic Bank vendió el préstamo 2 años antes de unirse a BB&T”, afirmó Otero quien ha gastado ocho años y cuatro meses en una demanda que pretende despojarlo de su casa principal. Pero además han tenido que demandar al abogado Omar Arcia por “Negligencia e Incumplimiento del Deber Fiduciario” ya que en el juicio programado para el 19 de septiembre de 2014 y sin avisar a sus clientes, Arcia subcontrato a la abogada Sunny Hillary.
“Arcia y Hillary nunca se comunicaron ni con mi esposa, ni conmigo para prepararnos para el juicio. Unos minutos antes del comienzo de la audiencia la abogada Hillary me dijo que tenía dos opciones: proceder con el juicio que ‘de todas formas iba a perder’ o me recomendó aceptar que la casa fuera vendida luego de 150 días que era el tiempo que necesitábamos para obtener evidencia y regresar a la corte. No hubo un juicio porque yo seguí el consejo de Hillary, pero al día siguiente comprendí que había sido un engaño y despedí al abogado porque entendí que resolvieron la demanda judicial a favor de el banco”, dijo Otero y según él con ese acto los abogados cometieron fraude en la corte.
El residente de Orlando dice que los jueces del Noveno Circuito de Florida no han hecho comentario acerca de la evidencia de fraude, agregó que las mociones que han presentado para tratar de evitar la venta “ilegal” de su casa han sido denegadas.
“Aproximadamente seis semanas después de que el juez firmará el juicio, descubrí que el fideicomiso que me está demandando nunca fue creado. El Banco de Nueva York mantiene la demanda judicial a nombre de un demandante que no existe. Sin demandante no hay caso, la corte no tiene jurisdicción y todos los mandatos judiciales emitidos por los jueces son nulos. Durante mucho tiempo los jueces han ignorado esa evidencia, han permitido el fraude y han emitido mandatos judiciales autorizando la venta de nuestra casa”, explicó Otero.
En la más reciente audiencia del 2 de junio de este año el juez ordenó la venta de la vivienda, luego el 8 de junio el juez aprobó la moción del banco y el 13 denegó la moción de Otero. “La decisión demuestra que el juez se alejó de los requisitos esenciales de la ley. Hemos fallado en obtener justicia en la corte local, por eso en la corte federal buscamos compensación por los daños causados y pedimos una declaración de que los jueces locales violaron la constitución. Podemos comenzar una apelación para que la decisión del juez sea revisada”, explicó el propietario de la vivienda.
La Prensa contactó al abogado Arcia, pero hasta el cierre de esta edición no se había recibido respuesta. Mientras tanto el mercado de bienes raíces comienza a enfriarse y las juicios de embargo hipotecario a normalizarse.
“Si bien hay cierta volatilidad en las cifras mensuales, la actividad de ejecuciones hipotecarias en general continúa su ascenso lento y constante de regreso a la normalidad después de dos años de intervención del gobierno que condujo a niveles históricamente bajos de incumplimiento”, dijo Rick Sharga, vicepresidente ejecutivo de inteligencia de mercado de ATTOM. “Pero con la inflación ahora en un máximo de 41 años y los precios desbocados de artículos de primera necesidad como alimentos y gasolina, es posible que veamos que la actividad de ejecuciones hipotecarias aumentan un poco más rápido de lo que sugieren la mayoría de los pronósticos”.
Cómo evitar la ejecución hipotecaria
Afortunadamente, existen alternativas a la ejecución hipotecaria que los propietarios pueden solicitar a su prestamista hipotecario que pueden mantenerlos en sus hogares y mantener intactos sus puntajes de crédito.
Las opciones incluyen una modificación del préstamo, en la que el prestamista otorga al prestatario pagos hipotecarios mensuales más pequeños extendiendo la duración del préstamo. Estas modificaciones de préstamos hipotecarios son una práctica estándar, aunque no están garantizadas, y usted tiene todo el derecho de solicitar una modificación a su prestamista.
Otras opciones para evitar una ejecución hipotecaria cambiando el acuerdo con su prestamista son una suspensión de pago, que es una interrupción de los pagos mensuales durante un mes o más, o un plan de pago, que aumenta sus pagos mensuales temporalmente hasta que se haya puesto al día. los pagos atrasados.
Al mantenerse en comunicación con su prestamista incluso cuando no puede hacer los pagos, es posible que pueda mantenerse fuera de la ejecución hipotecaria y permanecer en su casa.
Los propietarios de viviendas que han pasado por una ejecución hipotecaria y desean reparar su crédito pueden trabajar a través de las mejores compañías de reparación de crédito para aumentar sus puntajes de crédito.
La bancarrota es una opción. También puede ser posible mantenerse fuera de la ejecución hipotecaria al declararse en bancarrota del Capítulo 13, que suspende los procedimientos de ejecución hipotecaria. Sin embargo, la bancarrota tiene ramificaciones para toda su vida financiera y sus derechos legales, y requiere cinco años de pagos regulares de la hipoteca y cualquier otra deuda que tenga.
Entonces, si su hipoteca es el único pago que no ha podido hacer, vale la pena simplificar las cosas trabajando con su prestamista para modificar el préstamo en lugar de declararse en bancarrota.
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