La semana laboral promedio para los estadounidenses, se ha reducido en más de media hora durante los últimos tres años.
Una nueva investigación ha revelado que los estadounidenses pasan menos tiempo trabajando que antes de la llegada del Covid-19.
Los resultados fueron compartidos a través de Bloomberg. Estos ponen sobre la mesa importantes cambios desde 2020.
El estudio fue realizado por la excomisionada de la Oficina de Estadísticas Laborales, Katharine Abraham, y su colega de la Universidad de Maryland, Lea Rendell.
Si bien el hallazgo podría ser positivo para muchos de los trabajadores estadounidenses, no lo es para la Reserva Federal (FED) que lucha contra la inflación.
Durante una conferencia de la Institución Brookings, el profesor de la Universidad de Washington en St. Louis, Yongseok Shin, destacó tres grupos de estadounidenses que han reducido sus horas:
Hombres jóvenes educados; personas con altos ingresos, que redujeron su semana laboral en 1,5 horas; y adictos al trabajo, que redujeron a “solo” 52 horas de 55 en 2019.
Añadió que los trabajadores con acceso al trabajo remoto o en formato híbrido, también son más propensas a acortar las horas.
“Nadie se dará cuenta si cancelas el día un poco antes un viernes”, afirmó Shin.
Las empresas en EE. UU., crearon menos puestos de trabajo de lo previsto en marzo, según los datos de nómina publicados por el Instituto de Investigación ADP.
Cabe precisar que la cifra general ocultó las diferencias entre las industrias:
Los sectores del ocio, el comercio y la construcción aumentaron las nóminas; los servicios financieros redujeron los puestos de trabajo.
En 2021, Powell contaba con un aumento en la cantidad de estadounidenses que regresaban al trabajo para evitar que el mercado laboral se sobrecalentara.
Al no ocurrir, emergió una serie de académicos que buscaban explicar por qué.
Investigaciones realizadas por Abraham y Rendell, sugieren que el déficit no debería haber sido una sorpresa.
Gran parte de la disminución en la tasa de participación de la fuerza laboral (de 62,5 % a 63,3 %) puede explicarse incluso por el envejecimiento de la población.
Una parte más pequeña de la caída se debe al coronavirus en sí mismo, ya sea el miedo a contraerlo o los daños colaterales tras ser infectados.
Por otra parte, las investigadoras sugieren que la disminución de horas trabajadas podría atribuirse a la larga duración del Covid-19.
Parte de la explicación, puede encontrarse en el ejercicio de poner sobre una balanza el trabajo y la vida, especulan.
Es importante precisar que los hallazgos del documento se basan en datos de la encuesta mensual de hogares sobre empleo, no en el informe de nómina.
El informe es una medida de horas por trabajo, no por persona.
Lo que significa que no refleja los cambios en la cantidad de trabajadores con más de un trabajo.
De acuerdo con la investigadora Abraham, este cambio podría ser permanente.