El restaurante “La Vergüenza Puertorrican Chinchorreo” abrió sus puertas en Orlando, Florida, superando todas las expectativas al recibir una gran afluencia de personas en su primer día. Este popular establecimiento, que cuenta con tres sucursales en Puerto Rico, celebra la apertura de su cuarta localidad, esta vez en el territorio continental de los Estados Unidos.
La propuesta de “La Vergüenza” es ofrecer un pedacito de Puerto Rico en cada rincón de su local. Aunque no pueden replicar las playas o las montañas de la isla, han logrado crear un ambiente que transporta a sus comensales a un auténtico chinchorro puertorriqueño.
El concepto de “chinchorreo”, característico de la cultura puertorriqueña, ha sido una apuesta ganadora desde el inicio para los fundadores del restaurante, los hermanos Edgardo y Julián Guzmán. “Mi hermano y yo siempre hemos trabajado de alguna manera en la industria de servicio. En mi caso, empecé en la distribución de bebidas en Puerto Rico, y siempre tuvimos la idea de crear un espacio acogedor donde la gente pudiera disfrutar de buena comida y bebidas sin afectar el bolsillo”, explicó Edgardo.
En 2016 “La Vergüenza” comenzó en Caguas, Puerto Rico, como una barra, y luego expandió su oferta culinaria en San Juan, con platos tradicionales de la gastronomía puertorriqueña. Ahora, los hermanos Guzmán han dado el salto a EE. UU., impulsados por la creciente migración de puertorriqueños a Florida y por la demanda del público que ya los visitaba desde la diáspora.
Jorge Figueroa, presidente de la Cámara de Comercio Puertorriqueña de Florida Central, comentó sobre el proceso de los empresarios: “Estuvieron a punto de cerrar un contrato en el centro de Kissimmee, pero no se dio. Sin embargo, fueron persistentes hasta que finalmente consiguieron este lugar.”
La decisión de abrir en Orlando no fue casual. Según Carlos Guzmán, muchos clientes que visitaban los locales en Puerto Rico les sugerían llevar el concepto a Florida, debido a la gran cantidad de puertorriqueños residentes en el área. “Orlando, y más específicamente Kissimmee, tienen una gran población puertorriqueña. Nos decían constantemente que sería una buena idea abrir aquí”, comentó Edgardo.
“Una de las razones por las que escogimos este lugar fue su proximidad a nuevos desarrollos, como un parque EPIC Universal que se está construyendo cerca. Además, la cantidad de personas que pasan por aquí diariamente fue clave para tomar la decisión”, agregó.
El restaurante es un negocio familiar, con los hermanos como socios, pero casi toda la familia está involucrada en la operación de los negocios. “Yo soy el mayor de cuatro hermanos y Julián es el menor. Siempre hemos trabajado juntos en este proyecto”, señaló.
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