Estudiar en las universidades de élite, es un privilegio que cada vez menos familias pueden costear. Las escuelas de Ivy League son el sueño de muchos y la pesadilla financiera de otros.
Para 2024, las ocho instituciones pertenecientes a Ivy League incrementarán sus precios, superando los $ 84 000 anuales, lo que se traduce en carreras de hasta $400 000 dólares.
Muchos estudiantes solicitan apoyos financieros que cubran los gastos de matrícula. La buena noticia es que son elegibles aquellos cuyas familias ganan poseen menos recursos.
Un ejemplo es el paquete de ayuda financiera que ofrece Harvard, dirigido a las familias cuyos ingresos no alcanzan los $75 000 dólares anuales.
Princeton, por su parte, otorga un programa financiero que cubre alimentos y alojamiento, destinado a familias con percepciones menores a $65 000 anuales.
Si las cantidades parecen exorbitantes, falta conocer los costos en Cornell University (Ithaca, Nueva York), donde las anualidades alcanzarán los $84 000 dólares.
En la cima, se ubica Brown University en Providence, Rhode Island, donde la matrícula costará $84, 728 al año, lo que la convierte en la universidad más costosa de la Ivy League.
Cuánto costará la anualidad en las ocho Ivy League
De acuerdo con College Investor estos serían los precios anuales de estas instituciones, comenzando del mayor al menor costo.
– Brown: $84,728
– Pensilvania: $84,570
– Cornell: $84,568
– Dartmouth: $83,802
– Yale: $83,880
– Columbia: $81,680
– Harvard: $76,763
– Princeton: $76,040
Tasas de aceptación en las Ivy League
“Este año marca otro año de mínimos históricos en las tasas de aceptación de la Ivy League, especialmente con las mejores universidades de la Ivy League con una tasa de admisión récord del 3% al 4%”, Christopher Rim, fundador y director ejecutivo de Command Education, con sede en West Village en Ciudad de Nueva York, le dijo a New York Post.
Ivy leagues college $90k per year
— Lancelot🔱 (@commandenteSD) March 28, 2023
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Para Rim, aunque estos números pueden desalentar a los aspirantes, estos deben tener en cuenta que las tasas decrecientes de admisión no indican que la admisión sea más difícil.
Según el directivo, es muestra de que la demanda está creciendo gracias a que las mejores escuelas han relajado sus requisitos y presentan políticas de prueba opcional.
“En este caso, los números podrían indicar un grupo de solicitantes más grande y menos calificado en lugar de un panorama de admisiones más desafiante”, dijo al Post.
Y enfatizó que los tiempos han cambiado. Actualmente un puntaje alto y calificaciones perfectas, no garantizan la entrada a las instituciones Ivy League.
Hoy, las universidades de élite buscan estudiantes apasionados y determinados que persigan lograr “cambios positivos en su comunidad”, explicó.
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Las reglas del juego han cambiado
Laurie Kopp, presidenta y cofundadora de One-Stop College Counseling , con sede en Marlboro, NJ, calificó las admisiones de este año como “aleccionadoras”.
Esto, tras reflexionar sobre algunas tendencias; “Brown discutió la cantidad de estudiantes en áreas rurales y pueblos pequeños, y la cantidad de veteranos aceptados”, dijo.
Los Ivies, mencionaron los números admitidos a través de QuestBridge, un servicio de comparación de universidades para estudiantes de bajos ingresos, agregó Kopp.
La diversidad geográfica también importa. “Muchas de las Ivies mencionaron que tienen estudiantes de los 50 estados y también mencionaron la cantidad de países”, dijo.
Sin embargo, “Ninguno de los comunicados mencionó qué porcentaje de legados o atletas reclutados fueron admitidos”, selañó Kopp.
Ahora que toda la Ivy League permaneció como prueba ACT/SAT opcional este año, las solicitudes se han disparado.
“Estudiantes que nunca se habrían postulado para la Ivy League, debido a los bajos puntajes de las pruebas, ahora están postulando”, dijo la presidenta de One-Stop College Counseling.
Desde sus administraciones, ninguna de las escuelas compartió qué porcentaje aplicó la prueba opcional y qué porcentaje admitió la prueba opcional.
Kopp supone que las cifras son algo similares a las de 2022, cuando las universidades élite llenaron el 35-50% de su clase con quienes no enviaron los puntajes de las pruebas.