Publicado hace más de mil años, el libro impreso más antiguo del mundo se creó en un día como hoy, pero en el año 868. Esta obra se llama “El Sutra del Diamante”.
“El Sutra del Diamante”
El 11 de mayo de 868, el chino Wang Jie permitió la impresión y la distribución de la obra “El Sutra del Diamante”. Teniendo sus orígenes en China, este libro permaneció oculto durante siglos en una de las tantas cuevas de Mogao. Sin embargo, Aurel Stein la halló en el año 1907.
Este es el libro impreso más antiguo que existe. Su creación fue 600 años antes de la Biblia de Gutenberg. Sin duda alguna, El Sutra no es el primer texto impreso del mundo, sin embargo es el primero más antiguo que permanece hasta nuestros tiempos.
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La historia de la obra
El título de la obra proviene del sánscrito, una antigua y sagrada lengua de la India. Este texto aloja unas sabias palabras de Buda; es aquí donde sus discípulos aprendían sobre su filosofía de vida. Los aprendices trataban de memorizar los discursos del libro y los transmitían por diferentes épocas de la historia.
La historia del nombre yace de un acontecimiento entre Buda y su discípulo Subhuti. Este último le pregunta por el título y Buda dice “El Sutra del Diamante”, que significa “El Diamante Cortador de Sabiduría Trascendental”. El motivo para llamarlo así era:
“La enseñanza es fuerte y afilada como un diamante que corta a través de los malos enjuiciamientos y la ilusión”.
Su hallazgo
En la actualidad, British Library tiene la copia. Fue Aurel Stein, arqueólogo húngaro-británico quien encontró el texto, en el año 1907. Su extensión es de cinco metros y se trata de un pergamino sobre el desapego emocional y otros temas de índole psicosocial. Esta obra se halló junto a otros 40 mil libros y manuscritos, en una cueva cerca de Dunhuang, un lugar importante para la Ruta de la Seda. Esta ubicación forma parte de un complejo sagrado arenoso, llamado Mogao o las cuevas de los Mil Budas.
El Imperio Tangut invadió por el año 1000. Debido a ello, se sellaron las puertas de Mogao. Fue hasta 1900 que un monje descubrió las entradas selladas y procedió a abrirlas. Es en ese momento cuando se percata del estado de conservación de una gran cantidad de piezas y escritos, esto gracias al aire seco del desierto.
La Biblioteca Británica (British Library en inglés), tiene la copia en físico y digital. Este último se puede consultar por internet.