Los hábitos de consumo y de actividades constantes físicas crean a la persona saludable. Así se previenen múltiples enfermedades, tales como el cáncer y demás padecimientos crónicos.
Los buenos hábitos forman a la persona saludable
Es de conocimiento general que muchos aspectos de la vida mejoran cuando se opta por un cambio de hábitos de consumo y de actividades dirigidas hacia la práctica del ejercicio y del bien comer.
Sin embargo, esto va más allá de solo poder ser más ágiles o tener gripes menos severas. Cuando se decide crear una rutina sana, las posibilidades de contraer enfermedades crónicas también disminuye, entre ellas, el cáncer.
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Debemos acostumbrarnos a ser y estar sanos
Los hábitos hacen al saludable y la American Cancer Society lo sabe. Por ello recomienda seguir un modelo de prevención que puede disminuir mucho las probabilidades de contraer ciertos tipos de cáncer.
Cuidado, seguir una dieta balanceada, hacer ejercicio y no consumir sustancias nocivas no garantizan que nunca tendrás cáncer. Solo aminoran las casualidades de padecerlas.
Las prácticas sanas
- Hacer ejercicio con constancia.
Se recomienda realizar una actividad física moderada a vigorosa. Esta consta de alrededor de 75 a 150 minutos a la semana. Si deseas un mejoramiento de condición física, se sugiere al menos, 30 minutos de ejercicio al día. En los niños funciona diferente, ya que en ellos, lo mínimo recomendable es 100 minutos a la semana.
- Comer saludable:
Las dietas balanceadas son básicas para poder realizar cambios dentro de nuestra vida cotidiana, sin embargo, es recomendable ir con un nutriólogo si se desea seguir una dieta estricta y con una finalidad de por medio.
En cambio hay alimentos básicos que te permitirán suplantar cualquier golosina o procesado que te podrán servir. Estos pueden ser:
- Frijoles.
- Arroz
- Huevo
- Ajo
- Panes y tortillas integrales
- Frutas variadas
- Cebollas
- Carnes
- Leches bajas en grasa saturadas.
- Aceites
- Pescados
- Verduras
Se sugiere no consumir alimentos procesados ni carnes rojas; y, de igual manera, tomar constantemente agua.
- Evitar el consumo de tabaco.
- Usar bloqueador solar para protegerse bajo el sol.
- Aplicarse cada cierto tiempo exámenes y testeos de detección:
Entre ellas están los chequeos de biopsia, patología, radiológicas, por endoscopia y los análisis a través de imágenes. Estas pruebas son en hospitales e instituciones médicas, y es recomendable realizarlas con frecuencia.
- Consultar las guías de detección de síntomas y anormalidades para su chequeo oportuno en instituciones médicas.
La American Cancer Society tiene guías dentro de sus medios oficiales para descubrir anormalidades que podrían ser sospechosas de cáncer. Estos se realizan por uno mismo, y en caso de encontrar señales de alarma, se debe de ir a una instalación médica para su revisión.
Es importante mencionar que tenemos que cuidar de nuestra salud, así no tengamos antecedentes ni familiares con enfermedades crónicas. El estar sanos es tarea de nosotros.
Fuente: American Cancer Society