Hemos tenido infinidad de conversaciones con Maritza Beltrán Graña. Con ella se puede hablar de todo, pues cómo saben, es una mujer multifacética y de gran profundidad. Dueña de una disposición férrea y un compromiso inquebrantable… lo que se propone, lo consigue. Sin embargo, nada de lo que obtiene es para su beneficio personal; es de las que piensa, como otros tantos, que “en la unión está la fuerza”.
Son muchos los nombres que han pasado por la pluma de esta emprendedora cubana. Hemos leído infinidad de entrevistas que le ha realizado a importantes personalidades de nuestra comunidad. Pero pocas veces hemos tenido la oportunidad de desentrañar sus secretos y profundizar sobre sus intentos, sus tropiezos… y por supuesto, sus grandes éxitos. Conocemos lo que habita en su mente… pero esta vez, quisimos entrar en su mundo personal.
También te puede interesar: Asociación de mujeres hispanas premia a Maritza Beltrán
Me enteré que le habían otorgado el premio de “Mujer Inspiración, Carmen Lydia Felices Award” y entonces me dije, la voy a entrevistar, así que la pasada semana llegué a su oficina; le había mencionado que necesitaba reunirme con ella para discutir algunas ideas nuevas para La Prensa. Me recibió con la accesibilidad de siempre sin saber que todo era un montaje… pues en esta ocasión, sería ella la que debía responder algunas preguntas. Fue una conversación entre amigos; amena, sincera y reveladora, lloramos y reímos. Les invitamos a este pequeño pero interesante viaje a un lugar que, aunque privado, muchos conocen porque su corazón es de todos.
Es un dato que Maritza Beltrán Graña es una gran comunicadora, pero quise ir más allá… e indagué. ¿Desde pequeña tenías en tu mente la inquietud por las comunicaciones, o lo descubriste por accidente?
“Siempre me ha gustado escribir; desde muy niña escribía poemas… me encantaba pararme frente a un espejo y cantar… pero el canto nunca se me dio”.
Pero nunca claudicó; ya en Estados Unidos, se gradúa de la universidad con un grado en Psicología Infantil y dos sub concentraciones; una en Comunicaciones y otra en Literatura Española.
“Traté de conseguir trabajo como psicóloga, pero no lo logré. Un día, viendo la televisión… el canal 47 en New Jersey, me dije… Oye, pero yo podría llegar a ser “News Anchor”. Fui a audicionar, pero no me escogieron”.
Al día siguiente se presentó en las oficinas administrativas y sin conocer a nadie, pidió hablar con el gerente del canal. Luego de muchas horas de espera, finalmente la hicieron pasar. Lo demás es historia, Comenzó a trabajar como Asistente Administrativa al Gerente; un mes más tarde ya era directora de Relaciones Públicas y Asuntos Comunitarios, a nivel nacional.
Es mucho el trabajo que ha realizado Maritza Beltrán Graña en la Florida Central, pues desde la década de los noventa, ha laborado incansablemente para fortalecer el mundo de las comunicaciones en nuestra región, tanto en la radio como en la televisión, pues recordemos que además de su programa radial matutino, Buenos Días, Buen día, fue la primera mujer ancla cuando Telefutura inició operaciones en Orlando.
¿Cuál crees que ha sido tu mayor aportación en el mundo de las comunicaciones en la Florida Central?
“La unión… haber podido unir a un pueblo en un mismo propósito”.
En este momento Maritza Beltrán Graña es nuestra Directora Ejecutiva. Le preguntamos cuál es su objetivo con el Periódico La Prensa y hacia donde lo quiere llevar… Maritza Beltrán Graña… mujer siempre presente
“Quiero que sea un puente de unión para nuestra comunidad y una publicación con calidad de contenido… quiero poner las páginas de nuestro periódico al servicio de causas importantes como parte de una misión personal… a mí me gusta ayudar. Quiero pasar por este mundo como lo hizo Jesús; dejando amigos, enemigos… pero nunca indiferentes”.
Estás a cargo de La Prensa; conduces un programa de radio; escribes para el periódico; estás ligada a múltiples eventos cívicos y comunitarios; tienes una familia…
¿Cómo lo haces… tienes una hermana gemela y no lo has dicho?
Su primera reacción fue una carcajada espontánea, pero luego de unos segundos de reflexión nos dijo…
“Ay… me hubiera gustado mucho tener una hermana… me hubiese encantado no ser hija única. Pero tengo grandes amigas; algunas de ellas por más de cuarenta y cinco años. Las he celebrado y por supuesto, también las he llorado cuando han tenido que partir. Poder cumplir con todo el mundo, se llama interés y dedicación… y me gustaría cumplir aún más. Claro, nada de esto se hace en solitario; Dios, mi esposo Aníbal, mis padres, hijas, nietos y mi equipo de trabajo son parte importante en todo lo que hago”.
Ciertamente este es uno de los aspectos más relevantes del sentido de empatía de esta gran mujer. Podemos verla en horas de la mañana en un desayuno donde se discute un evento de recaudación de fondos para alguna entidad benéfica; a media tarde coincidir con ella en la otorgación de becas estudiantiles, y esa misma noche, en el estreno de un grupo de artistas que presentan un concierto al aire libre. Así de comprometida está con la comunidad y con todo aquel que toca su puerta. Siempre nos preguntan: ¿Dónde te ves en diez años? Pero a Maritza le lanzamos un reto y le hicimos la pregunta al revés… ¿En este momento de tu vida, estás donde te visualizaste hace diez años atrás?
Su respuesta fue inmediata…
“No, jamás… yo nunca me imaginé que iba a tener tantas ocupaciones. No me imaginé que tantas familias iban a depender de mí. De hecho, luego de la situación con los aneurismas, ni siquiera pensé que iba a vivir diez años más”.
Y así ha sido… Entre la multiplicidad de ocupaciones que enfrenta hoy, se levanta una nueva historia de éxito. Cuando en mayo del año pasado parecía que La Prensa desaparecería por causas de la pandemia, ella tomó las riendas del periódico y se negó a dejarlo morir. Son 40 años, Había un compromiso muy grande con su grupo de trabajo, pero también una gran responsabilidad de mantener a la comunidad informada de todo lo que acontecía en el entorno. “En momentos de crisis no se abandona el juego… en momentos de crisis, se juega en equipo”. Maritza Beltrán Graña… mujer siempre presente
“Mi equipo de trabajo es maravilloso; yo no los podía dejar solos. Una de mis preocupaciones más grandes era no fallarle a todos los que creyeron en mi… y por eso hoy estamos aquí, más fuertes que antes”.
Estamos en un proceso de expansión y desarrollo de nuevos productos; pero más importante que eso, estamos trabajando para que nuestro periódico sea un canal de comunicación abierto y directo, que le dé voz a nuestra comunidad y a la misma vez, sea una herramienta de difusión efectiva para nuestros clientes. El nombre de Maritza Beltrán Graña, tiene un sitial importante en la historia de las comunicaciones en La
Florida Central… estén atentos, pues parte del futuro, también está en sus manos.
Para terminar, le preguntamos… ¿Qué cambiarías para que nuestro entorno fuera perfecto? Y como buena comunicadora nos respondió…
“Me encantaría que todas las personas pudieran ser escuchadas…”
Por: Edwin Ocasio, para LA PRENSA.