Los estados del Oeste del país tienen ciudades más contaminadas que otras zonas del Este
El más reciente informe de “State of the Air”, publicado por la American Lung Association, reseña que casi 4 de cada 10 estadounidenses viven en lugares con niveles insalubres de contaminación atmosférica.
Según los datos, 39% de la población estadounidense —131,2 millones de personas— vive en lugares con niveles insalubres de ozono o partículas. Estas cifras suponen un incremento de 11,7 millones de personas más con respecto al año pasado.
El significativo aumento del número de personas cuya salud está en riesgo es una combinación de factores que incluyen: el calor extremo, la sequía y los incendios forestales. Estos tres factores contribuyen al aumento constante de la contaminación de partículas mortales, como el hollín, sobre todo en el este de Estados Unidos.
El informe State of the Air evalúa la calidad del aire usando los nuevos estándares de la EPA para cuantificar los niveles de contaminación por partículas finas durante todo el año, lo que permite reconocer que muchas más personas respiran aire insalubre de lo que se reconocía con la norma anterior.
Hay alrededor de 68,9 millones de personas de color viven en condados donde se reportó contaminación por ozono y/o partículas, indica el reporte. Unos 16,8 millones son hispanos o latinos.
Contaminación por hollín: un problema de cuidado
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) alertó sobre los graves peligros del hollín para la salud, particularmente para los niños pequeños. Según la organización, la exposición a este contaminante está asociada a un aumento en la tasa de mortalidad infantil, las hospitalizaciones por enfermedades pulmonares y cardíacas, el desarrollo de cáncer y el asma.
El Dr. Alvaro Puig, director médico de APMD & Privia Medical Group en Falls Church, Virginia, detalla en una entrevista con Huella Zero cómo la inhalación de estas partículas puede tener consecuencias devastadoras para la salud. Al depositarse en los alvéolos o bronquios, estas partículas desencadenan una respuesta inflamatoria crónica que puede derivar en diversas enfermedades.
El Dr. Puig enfatiza que las personas con asma o alergias son especialmente vulnerables a los efectos nocivos del hollín, por lo que deben extremar precauciones para evitar la exposición, especialmente cuando los niveles de contaminación del aire son altos, como durante los incendios forestales. Para protegerse, el médico recomienda el uso de cubrebocas como medida preventiva.
La contaminación atmosférica es una cuestión de geografía
Aunque la American Lung Association reconoce la disminución de las emisiones de agentes contaminantes debido a las políticas, pero también destaca que la polución ha aumentado por el cambio climático.
La organización explica que existe una disparidad continua en la calidad del aire entre los estados del este y el oeste del país, sobre todo en la medición de contaminación por partículas finas.
“En el informe de este año, sólo 4 grandes condados de tres estados situados al este del río Mississippi reprobaron los picos diarios de contaminación por partículas finas, en comparación con 108 condados de 16 estados occidentales», destaca el informe.
La mayoría de los 119 condados que reprobaron los indicadores de contaminación por partículas durante todo el año se encuentran en el oeste de EEUU, pero la nueva norma, más estricta, revela que persisten los agentes contaminantes en los estados del este y del medio oeste.
Las áreas metropolitanas peor clasificadas del país en cada una de las tres medidas de contaminantes no variaron respecto al informe del año pasado.
Bakersfield (California) encabezó de nuevo este año la lista de las zonas con peor contaminación por partículas a corto plazo. Bakersfield también siguió siendo el área metropolitana con el peor nivel de contaminación por partículas durante todo el año por quinto año consecutivo.
Los Ángeles sigue siendo la ciudad con la peor contaminación por ozono del país, como lo ha sido en 24 de los 25 años del informe «State of the Air», a pesar de que los residentes de la ciudad están expuestos a niveles insalubres de ozono una media de 55 días al año menos que en 2000.
Las cifras del State of the Air
En total, 16 millones de personas con ingresos bajos o en situación de pobreza viven en condados que recibieron una baja en la calidad del aire. Más de 5,4 millones de personas en situación de pobreza viven en condados que reprobaron las mediciones.
- Aunque las personas de color representan el 41,6% de la población total de EE. UU., son el grupo con más personas —52%— que viven en condados con una calificación en los indicadores de baja calidad en el aire.
- El 63% de las casi 44 millones de las personas de color viven en zonas en las que la calidad del aire reprobó los tres calificaciones, mientras que solo 37% de los blancos viven en esas mismas zonas. Esto supone que las personas de color tenían 2,3 veces más probabilidades que los blancos de vivir en un condado con indicadores bajos.
- Más de 29,2 millones de niños menores de 18 años y unos 20,6 millones de adultos mayores de 65 años viven en condados que tienen baja calificación en al menos uno de los factores que inciden en la calidad del aire.
- Más de 9,7 millones de niños y más de 6,7 millones de ancianos viven en condados que reprobaron los tres indicadores.
Los datos sobre la calidad del aire utilizados en el informe son recogidos en centros oficiales de vigilancia de todo Estados Unidos por los gobiernos federal, estatal, local y tribal.