El huracán Milton atravesó la costa oeste de Florida dejando una estela de devastación: viviendas destruidas, localidades inundadas y al menos cuatro personas fallecidas. Más de tres millones de residentes se quedaron sin electricidad mientras las autoridades intentan restablecer la infraestructura básica en una situación de emergencia.
Milton tocó tierra en Siesta Key el miércoles por la noche, provocando fuertes vientos, lluvias torrenciales y hasta 150 tornados, principalmente al sur de Tampa. Aunque se temía una marejada ciclónica de gran impacto en esta ciudad, las peores inundaciones se registraron en el condado de Sarasota, con niveles de agua de hasta tres metros. El gobernador Ron DeSantis confirmó que los daños fueron graves, aunque menores a lo esperado.
El paso del huracán dejó una región desolada, con calles y carreteras bloqueadas por árboles caídos, cables eléctricos derribados y puentes destruidos. En algunas áreas del condado de Lee, el nivel de agua superó el metro y medio, y las autoridades locales emitieron advertencias para que los residentes permanezcan en sus hogares hasta que los equipos de rescate puedan evaluar los daños. La División de Manejo de Emergencias del estado estima que la recuperación tomará semanas, especialmente en las zonas rurales donde el acceso es limitado.
Además, el impacto de Milton afectó también a importantes estructuras de la región. El estadio Tropicana Field, hogar de los Rays de Tampa Bay, sufrió daños en su cúpula de lona debido a los potentes vientos, y aún no se conoce la magnitud de los daños internos. En otras zonas, como Fort Myers y Venice Beach, los tornados asociados a la tormenta causaron daños en gasolineras y arrancaron tejados de viviendas, dejando a muchas familias desamparadas en medio de las lluvias persistentes.
Mientras Milton se dirige hacia el océano Atlántico, el riesgo para Florida sigue latente. Las autoridades aún mantienen alertas de tormenta tropical en la costa este y advierten de posibles marejadas ciclónicas en localidades bajas y cercanas al mar. Con el estado aún recuperándose del devastador huracán Helene, que impactó hace apenas semanas, el trabajo de reconstrucción se ha vuelto más complejo. Los líderes locales instan a la población a mantenerse en alerta y seguir las indicaciones de seguridad, ya que cualquier desplazamiento podría poner en riesgo vidas debido a los escombros y a la alta posibilidad de inundaciones repentinas.