Un mural gigante de la bandera puertorriqueña está en el centro del debate en Miami debido a que supuestamente viola una ordenanza y afecta la imagen del distrito de arte de la ciudad, mientras activistas dicen que la medida es racista y atenta contra el derecho de libre expresión.
La pintura gigante de la bandera de Puerto Rico que adorna el restaurante La Placita en el distrito histórico de Miami enfrenta multas de hasta $200 por día y hasta el cierre del local si no se retira el mural. Los dueños del restaurante tenían hasta el martes para borrar la bandera y otro mural pequeño en la parte de atrás.
“No se trata de un negocio. Es silenciar la expresión libre de una comunidad. Que digan que tu bandera no puede ser mostrada lo estamos viviendo en muchos lugares no solo en Miami. Todo el tiempo, escuchamos ejemplos de acoso y discriminación. Este año, Alianza está trabajando con dos familias que enfrentan amenazas de multas de su Asociación de Propietarios por enarbolar sus banderas puertorriqueñas. Mientras Puerto Rico siga siendo un territorio de los Estados Unidos, la bandera es estadounidense y no deben prohibir su exhibición”, dijo Marcos Vilar, director ejecutivo de Alianza for Progress con sede en Orlando.
Mientras el chef José Mendín codueño del restaurante La Placita publicó una foto del aviso de violación en sus redes sociales. “Después de todo lo que hemos pasado, antes con la bandera y ahora con la pandemia, después de recuperar nuestro negocio, después de que la gente regresa a sus restaurantes, esto es con lo que ahora tenemos que lidiar”, explicó el chef quien, junto con su socio en el negocio, el actor Julián Gil, abrieron el restaurante en diciembre de 2018 y le encargaron al artista puertorriqueño Héctor Collazo que pintara el símbolo rojo, blanco y azul como un orgullo puertorriqueño en el edificio de tres pisos, ubicado en el distrito histórico de Biscayne Boulevard de Miami.
Elizabeth Rodríguez, activista comunitaria puertorriqueña que vive en Miami comenzó hace dos años su grupo de líderes para aportar activismo comunitario y servicio voluntario cuando Julián Gil y el artista Collazo decidieron invitar a la comunidad y pintar la bandera puertorriqueña en enero del 2018. También inició el grupo de Facebook #noborresmibandera.
“El alcalde Suárez vino a hacer la inauguración oficial pero no se pudo porque hubo acusaciones y la policía estuvo aquí y una persona empezó a llamarnos ‘gente marrón’. Los policías estaban de más porque nosotros no estábamos haciendo ruido. Simplemente estábamos pintando”, comentó la líder.
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Ellos junto con activistas puertorriqueños y latinos de Miami han luchado por casi dos años por hacer prevalecer el lábaro patrio de los boricuas. Al principio hubo un grupo alegando que el permiso original no era adecuado. Sin embargo, los dueños de La Placita llegaron a un acuerdo con la ciudad de Miami donde se le permitía conservar sus murales siempre y cuando el otro restaurante cercano también conservara su mural.
Y es que ante la crisis del COVID-19 el otro restaurante cerró y el código de la ciudad dice que el mural de Organic Bites fue retirado, lo que provocó el requisito de que La Placita ya no fuera vigente, dijo un portavoz de la ciudad. La empresa que reemplazó a Organic Bites también colocó un “mural ilegal” y también ha sido citada por el Código de la Ciudad.
Sin embargo, esta vez la lucha será diferente porque de acuerdo con Alianza for Progress la organización que aboga por los derechos y el mejoramiento de puertorriqueños y latinos, que se ha involucrado en el debate porque ya no es cuestión de el acoso a un negocio sino de violación a los derechos civiles de una comunidad.
Alianza comenzó una petición online donde explica que el acoso continuo por parte de la ciudad de Miami está perjudicando a una pequeña empresa que no ha hecho nada malo, mientras lucha por proporcionar trabajos para sus empleados y un lugar de reunión seguro y socialmente distanciado para los vecinos en estos tiempos difíciles.
“Como parte del compromiso de Alianza de defender los derechos civiles y la libertad de expresión en nuestro estado, particularmente en la comunidad puertorriqueña, les pedimos a nuestros amigos, familias, propietarios de pequeñas empresas, socios, colegas de la industria hotelera y cualquier otra persona que pueda apoyarnos y Firme esta petición para mantener nuestra bandera”, dice la petición que puede ser buscada y firmada en Keep Our Flag at La Placita Miami #NOBORRESMIBANDERA (actionnetwork.org)
Eleazar Meléndez, activista comunitario en Miami y parte de Alianza for Progress dijo que están buscando que la Comisión de Miami empiece a discutir el tema de la bandera puertorriqueña y deje sin efecto las multas y la advertencia de quitar la bandera.
“El aviso llegó el 6 de febrero y solo dieron 10 días para lograr una solución. Es imposible lograrlo en tan poco tiempo. Así que estamos tratando que la Comisión de Miami ponga en agenda el tema de la Bandera de Puerto Rico. La razón de que se involucre Alianza va a ser diferente porque estamos argumentando que es una situación es de derecho civiles. La bandera es una expresión política y de libertad garantizada en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. La bandera se tiene que tratar como una actividad constitucionalmente protegida”, explicó Meléndez.
El activista puertorriqueño dijo que ha estado con los comisionados de la ciudad de Miami para que consideren discutir el tema lo más pronto posible. Aseguró que el alcalde de Miami Francis Xavier Suárez apoya que la bandera siga pintada en el restaurante.
Y es que muchos puertorriqueños recuerdan con tristeza la prohibición durante el periodo de 1917 hasta 1962 donde el gobierno de la isla caribeña declaró ilegal tener y mostrar la bandera de Puerto Rico.
“El inspector de la ciudad hará el reporte y le enviará el caso a la Junta del Código de la Ciudad y esta junta va a examinar el caso. Si encuentra que se ha violado el código comenzará a poner multas diarias de $200 que inician desde el 6 de febrero. Queremos que los comisionados consideren nuestra petición de que la bandera se quede antes que llegue a la junta”, señaló.
La comisión de Miami se reúne los jueves cada dos semanas y su próxima reunión será este 18 de febrero. No creen que este asunto se discuta en esta reunión, pero van a tratar de poner el tema en el calendario para discutirlo a la brevedad posible.
“El restaurante es un ícono nuestro que nos representa. Justo ahora mismo se está visualizando hacer un activismo político para que no nos quiten nuestra bandera”, agregó Rodríguez y dijo que Alianza va a expandir la información del abuso que se está cometiendo con la imagen de la bandera puertorriqueña, pero que debido a la pandemia no se puede hacer una manifestación, pero buscarán la manera de llamar la atención de las autoridades de Miami. “Es algo que no se ha determinado. Estamos viendo cómo vamos a manifestar el desagrado que estamos pasando los puertorriqueños en el sur de la Florida en base al racismo que tienen con la bandera de Puerto Rico”.
Finalmente, Vilar dijo que lo principal es que la gente llene y firme la petición. “Aunque no somos los únicos porque originalmente surgió una petición que fue firmada por 120,000 personas y se pensó que se había resuelto. Ahora sabemos que hubo un cambio en la comisión con las más recientes elecciones y la persona que había logrado que la bandera siguiera pintada ya no está en la comisión. Ahora pues hay resolver este asunto de una vez y por todas”, advirtió.
Roxana De la Riva La Prensa Orlando