Entre música, cultura y orgullo boricua, la organización United Third Bridge, Inc. (UTB) celebró este fin de semana el 28.º Desfile y Festival Multicultural Puertorriqueño en la ciudad de Palm Bay, condado de Brevard, junto con la tradicional Gala Anual de Premiación, que tuvo lugar el viernes 3 de octubre en el campus de Melbourne del Eastern Florida State College.
El gran mariscal del evento fue el abogado Anthony Suárez y los padrinos de lujo fueron Jackie Espinoza, alcaldesa de la ciudad de Kissimmee; Jorge Figueroa, presidente de la Cámara de Comercio Puertorriqueña de Florida Central; Ángel Sepúlveda, comunicador y director de comunicaciones de Alianza Center y Nancy Rosado, líder comunitaria, entre otros.
El sábado 4 de octubre, las calles de Palm Bay se llenaron de color con el desfile, que partió desde Malabar Road hasta el campus de Eastern Florida State College, seguido de un festival lleno de música en vivo, presentaciones culturales, exhibición de autos, camiones de comida, área de bienestar y diversión familiar.
Bajo el lema “Los ecos de la sabiduría: honrando a nuestros ancianos hispanos”, este año el evento rindió tributo a las generaciones mayores que han transmitido tradiciones, valores y orgullo cultural. Asimismo, la parada fue dedicada al municipio de Orocovis, Puerto Rico —“El corazón de Puerto Rico”—, símbolo del espíritu vibrante y la riqueza cultural que caracterizan a la comunidad boricua.
Durante el desfile, Rob Medina, alcalde de Palm Bay compartió con emoción su historia y la evolución de este evento que, durante casi tres décadas, ha fortalecido los lazos entre la creciente población hispana del condado.
“He estado en esta ciudad 38 años, y hace 28 años un señor llamado Samuel López —que en paz descanse— tuvo la visión de organizar una parada puertorriqueña aquí. Él trajo esa idea porque en Nueva York siempre teníamos desfiles. En esa época no había muchos hispanos aquí”, recordó el alcalde.
Con el paso del tiempo, explicó, la ciudad ha experimentado un cambio demográfico significativo.
“En 28 años, la ciudad no solo ha madurado, sino que ahora tenemos una gran población hispana. Tenemos boricuas, cubanos, dominicanos, colombianos, venezolanos… y estamos muy orgullosos de que este festival, aunque es boricua, incluya a todos los hispanos”, expresó.
El alcalde, de raíces puertorriqueñas —su familia proviene de Arecibo y Yabucoa—, fue elegido en 2020 como el primer alcalde boricua en la historia de Palm Bay, y reelecto en 2024 con el 55 % de los votos.
“Eso es el poder de Dios”, dijo con gratitud, destacando que su principal misión es impulsar el desarrollo económico y crear nuevas oportunidades para las familias locales.
Desde que asumió su cargo, la ciudad ha crecido exponencialmente.
“Cuando llegué, Palm Bay tenía 50,000 habitantes; hoy somos 550,000. Mi meta es atraer negocios, generar empleos y asegurar que las próximas generaciones tengan oportunidades aquí”, señaló.
A pesar del crecimiento, el alcalde aseguró que Palm Bay sigue siendo un lugar accesible para las familias trabajadoras.
“Aun con el aumento del costo de la vivienda, sigue siendo una ciudad con buena calidad de vida y precios razonables, especialmente para quienes compran su primera casa”, afirmó.
El funcionario también reconoció el esfuerzo de las comunidades y voluntarios que hacen posible este evento año tras año.
“Me encanta apoyar este tipo de celebraciones porque unen a las familias. Hay muchas personas que sacrifican su tiempo para organizarlas. Samantha y el hermano de Samuel López han continuado con ese gran esfuerzo, y el resultado se ve hoy: toda esta gente reunida, celebrando y apoyando”, expresó Samuel López Jr., hijo del fundador del festival, acompañado de sus dos hijos.
La actual presidenta de UTB, Samantha López, hija del fallecido fundador, reafirmó el compromiso familiar de mantener viva la tradición.
“Necesitamos continuar haciendo esto no solo para nosotros, sino para ustedes. Seguiremos con la tradición y mantendremos este desfile y festival vivos. Soy Samantha, la hija de Sam, y prometo que su legado continuará”, expresó emocionada.
Finalmente, el alcalde extendió una invitación abierta a todos los asistentes:
“Sean todos bienvenidos a Palm Bay. Si quieren invertir, trabajar y crecer, esta ciudad tiene las puertas abiertas. Me encanta esa misión que Dios me ha dado”, concluyó.