En la actualidad, todos nos hacemos esa pregunta, ¿qué es la asexualidad? Aquí te diremos de qué se trata, sus tipos y el motivo de su importancia.
¿De qué se trata la asexualidad?
El sexo corresponde a una necesidad básica de reproducción, según la pirámide de Maslow. Sin embargo, a pesar de ser un requerimiento para el desarrollo humano, este puede llevarse a cabo sin la atracción sexual. Cierta parte de la población podría ser asexual y no saberlo.
La asexualidad es una orientación sexual nula, es decir, la persona en cuestión no se siente atraído por alguien y no posee impulsos sexuales ni líbido. A pesar de que este sector de la población no posee interés físico, puede presentar otros tipos de atracciones, tales como el romántico o el intelectual.
Es aquí donde yacen los primeros problemas. ¿Qué significa el que alguien no sienta impulsos sexuales? ¿A qué se debe? Dudas que todas las personas tienen a la hora de que el tema de la asexualidad sale a la luz. No obstante, cabe destacar que estos se deben a diferentes factores personales, y no precisamente por abusos sexuales. Se debe de entender a la asexualidad como una orientación y no como un trastorno, puesto que no lo es.
Ellos pueden sentir placer
Los asexuales pueden disfrutar de la masturbación sin problemas, ya que si presentan excitación física, líbido o impulso sexual cuando ejercen la autosexualidad. Puede que, para ellos, esto les resulte mejor que cuando tienen prácticas sexuales con otra persona. Esto no es impedimento para que estas personas no disfruten de los actos eróticos con sus parejas, ya que sí lo hacen, pero por motivos muy diferentes. Entre ellos están:
- El placer de satisfacer a la otra persona
- La sensación física
- La atracción romántica
Muchas de las personas asexuales suelen consensuar con su pareja las condiciones del sexo. Incluso, muchas otras permiten la poligamia. Quienes tienen esta orientación sexual encuentran el placer y la satisfacción al tener un acercamiento más profundo con su compañero, como el establecer una conexión emocional.
También existen aquellos que prefieren no tener pareja o, en caso de presentarse la oportunidad, esperan encontrar a alguien asexual como ellos.
Según una publicación del 2015, de la Revista Cubana de Medicina General Integral:
“Algunos asexuales pueden experimentar sensaciones sexuales, pero no tener deseo de actuar sobre ellas, mientras que otros intentan conseguir la descarga sexual mediante el acto sexual o la masturbación”.
La misma edición indica:
“Para estos ‘ángeles terrenales’ se puede ser feliz sin sexo. Son socialmente activos y sexualmente pasivos. Disfrutan de la soledad, mas cultivan la amistad. Prescindir del coito no significa renunciar a la pareja, también se enamoran”.
Con toda esta información, debemos de destacar que la asexualidad también tiene sus niveles, los cuales se caracterizan en tipos del espectro asexual.
Los tipos de asexualidad
No se tiene que ser completamente asexual. Existe un espectro sexual que puede abarcar a todos los que tienen tendencias o comportamientos asexuales. Estos son:
Gris-sexual:
Aquellas personas que experimentan líbido o atracción sexual esporádica, es decir, por lapsos muy cortos. Normalmente no optan por practicar el acto, ya que el impulso no es tan fuerte.
Demisexual:
Estas personas no sienten atracción sexual hasta que se relacionan afectivamente con alguien, es decir, forman un vínculo romántico con su pareja. Esto no significa que se enamoren de todos sus amigos o que quieran tener sexo con ellos. Quienes tienen este espectro de la asexualidad eligen sus parejas y desarrollan emociones y sensaciones conforme estrechan lazos.
Debemos recalcar que algunas personas asexuales pueden y tienen relaciones sexuales casuales, por supuesto, por diferentes motivos a la atracción física sexual.
Algunos factores que podrían propiciar la asexualidad
“Se ha tratado de buscar una causa que lleve a estas personas a no tener ningún deseo, entre ellas se consideran como factores principales haber sufrido algún tipo de abuso sexual, represión sexual e incluso problemas hormonales”.
Indica la Revista Cubana de Medicina General Integral.
Si bien, estas podrían ser sus causas, no todos los casos de asexualidad se deben a ello. Jenni, quien, a la hora de la entrevista, era una estudiante de 21 años, indica:
“Hay individuos que definitivamente lo ven como un trastorno y que piensan que si hubiera medicamento ‘lo arreglarían’ o que debería someterme a una prueba hormonal.
Y también hay gente que incluso va más allá, que preguntan si alguna vez abusaron de mí siendo niña; lo cual honestamente no es una pregunta apropiada. Porque, además, no abusaron de mí. Sin embargo, existe la creencia de que algo está mal en ti”.
Sin lugar a dudas, la asexualidad es una orientación sexual que se reconoce por un número mayor de personas. Poco a poco, la población mundial comprende que no se trata de un trastorno psicológico, sino, de una preferencia que algunos tienen. Las barreras de la ignorancia se están rompiendo y muchos ya comprenden lo que sucede con ellos y sus relaciones afectivas.
La asexualidad existe, y es normal ser parte de ella.
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