Gotas de oído es aquella conversación que pasa muy cerca de nuestros oídos pero que corre inadvertida porque no le prestamos atención…¿Cuantas buenas nos hemos perdido, no creen??? Vivimos tan a la ligera que a veces ni cuenta nos damos de quien nos habla cerca…de quienes nos murmullan pidiendo a gritos atención..pero como dicen los americanos… It’s what its…vivimos dentro de nuestro caparazón tratando de tan solo eso… vivir…sin embargo, nunca tendremos la oportunidad de volver a escuchar palabra por palabra lo que alguien nos trataba de decir.
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Lo antes mencionado llega a a mi mente, después de seguir desde hace días el caso de la historia de la primera mujer latina que recibiría pena de muerte en Estados Unidos. En el 2008, fue condenada a ser ejecutada en Texas, tras un juicio en el que la fiscalía argumentó que la madre acusada , mató a su hija de una paliza, mientras ella juraba que la pequeña, tenía malformaciones en sus piernas, y rodó por una vieja escalera de su casa en un momento de descuido, cuando se encontraban en proceso de mudanza a otra residencia. Desafortunadamente dos días después la niña falleció debido a una contusión craneoencefálica, que las autoridades sin escuchar a su madre, atribuyeron a los malos tratos, y no resultado de la caída, como ella había repetido más de cien veces …versión no creíble anteriormente, sin embargo algunos expertos forenses la respaldan ahora. Nadie tampoco escucho la voz a gritos de sus hijos, 14 de ellos que hablaron maravilla de su mamá.
Hipotéticamente hablando, y con la soga ya casi en el cuello , el indulto llega dos días antes de la fecha prevista para que Melissa Lucio fuera ejecutada. La defensa afirma que nuevas pruebas científicas exoneran a su cliente y que la condena fue motivada por un falso testimonio. Asegura que la muerte, fue un accidente, no un asesinato.
“Le estoy agradecida a la corte por darme la oportunidad de vivir y demostrar mi inocencia” y “por tener más días para ser una madre para mis hijos y abuela para mis nietos”, declaró Lucio, quien lleva 15 años clamando su inocencia. Sin nadie escuchar…
Se salvó de esta, la señora, pero ¿cuantos quizás fueron a la horca o al paredón, sin ser escuchados?… amistades , matrimonios, familias destrozadas… tumbas cerradas con la razón.
Escuchar es un arte: requiere prestar atención, valorar lo que los otros dicen, entender por qué lo expresan; poder comparar con lo que nosotros pensamos y tener la oportunidad de calibrar, tras esa comparación, el peso de nuestros pensamientos, es saber intervenir en el momento oportuno, sin pasar por alto lo que el otro está hablando. Escuchar es comprender y comprendernos…Así que tratemos de donar una limosna de atención…y más gotas de oído…MB