El mundo está en constante transformación, y el futuro de los videojuegos no es la excepción. Tus hijos son los principales usuarios de este tipo de entretenimiento y poco a poco, serán consumidores primarios de estos, ¿quieres saber cuál será el porvenir de este tipo de entretenimiento? Aquí te lo diremos
¿Cómo afectan los videojuegos como servicio a tus hijos?
Los videojuegos son el entretenimiento que ya se ganó un lugar en cada hogar del mundo. Gran parte de los niños poseen algún dispositivo por el cual juegan estos títulos, desde el celular hasta una consola de videojuegos.
Los videojuegos son más accesibles que antes, con múltiples plataformas donde podemos acceder a ellos, incluso, sin necesidad de tenerlos de manera presencial. Los videojuegos digitales ya están suplantando a los formatos físicos, los títulos gratuitos ya se encuentran dominando el mercado. Aquí es donde se empieza a marcar la nueva tendencia dentro de este campo de entretenimiento.
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La industria cada vez más sólida
Los juegos de video llegaron para quedarse, superando presupuestos de grandes películas de Hollywood, tal es el caso de Grand Theft Auto V, que tuvo un costo de producción de más de $250 millones de dólares. Algo es cierto, este tipo de entretenimiento se está expandiendo, llegando a tener como jugadores a personas que nunca pensamos que serían parte de su mercado. Niños, adolescentes, jóvenes, adultos, amas de casa y padres de familia ya son jugadores casuales, desde la comodidad de sus dispositivos móviles. No obstante, en el mercado de los niños y adolescentes es donde las empresas generan el mayor número de ingresos. Esto lo hacen a través de su modelo de negocio de videojuegos como servicio, una manera de atraer usuarios y generar ganancias constantes. Pero, ¿qué son los videojuegos como servicio?
Videojuegos como servicio, el futuro del gaming
Se tratan de los títulos que de manera inicial se ofrecen gratis, para que todos puedan acceder a ellos fácilmente, sin embargo, dentro de ellos dan mejoras estéticas, tales como la apariencia de las armas, instrumentos, personajes y mapas dentro del juego (a estos también se les llama skins). Algunas veces llegan más lejos, ofreciendo cambios en habilidades, estadísticas y otorgando facilidades para poder progresar. Esto último no está bien visto por la comunidad gamer, quienes etiquetan a este tipo de títulos como pay to win, es decir, con pagar dinero real puedes adquirir habilidades que te permiten vencer, e incluso, humillar a los adversarios. Un claro ejemplo es Grand Theft Auto Online, donde con comprar aumentas tus habilidades.
Los videojuegos como servicio ofrecen monedas propias dentro del juego, que tienes que pagar con dinero real, a esto se le llama microtransacciones. También se encuentran disponibles pagos mensuales para recibir ciertos beneficios, tales como atuendos o mejoras. Esta práctica ya forma parte de la industria y fijó una nueva manera de capitalizar los juegos de video.
El caso más sonado y que se mantiene como líder es Fortnite, que ofrece un buen momento al jugarlo de manera gratuita, sin embargo, al pagar por los diferentes atuendos, la experiencia se enriquece.
Educa a tus niños
En los juegos como servicio no te obligan a pagar, te persuaden para hacerlo, algunas veces de forma muy poco ética. Estos están al alcance de tus niños, quienes son más fáciles de impresionar, persuadir, e incluso, engañar. La manera en el que se enriquecen estas empresas no es mala, no obstante, no deja de ser cuestionable. Si bien, luchar contra ellos puede generarnos grandes problemas, podemos educar a nuestros hijos para el ahorro y la obtención de tales beneficios basados en sus esfuerzos. Infórmate con tu hijo acerca de la mejor manera de administrar su dinero, de que, a pesar de que todos los atuendos en los videojuegos son atractivos, estos deben de comprarse con responsabilidad, gestionando nuestros recursos. También debemos de enseñarles a evaluar las opciones y considerar cuál es la mejor decisión, comprarlo ahora, después o mejor pasar de ello. Los videojuegos como servicio ya forman parte de nosotros, ahora nos toca ser responsables y enseñar que cualquier gasto debe realizarse con prudencia y razón.