Hace dos semanas, representantes de organizaciones comunitarias puertorriqueñas en Florida enviaron una carta a los principales líderes del Congreso de los EE. UU., solicitando la inclusión del Programa de Soberanía Alimentaria de Puerto Rico en la próxima Ley Agrícola de 2024. La carta, dirigida al líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer; al líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell; al presidente de la Cámara, Mike Johnson; y al líder de la minoría de la Cámara, Hakeem Jeffries, subraya la urgencia de asegurar la seguridad alimentaria y fomentar el desarrollo económico en la isla.
La situación agrícola de la isla preocupa a la comunidad puertorriqueña en Florida, compuesta por más de 1.2 millones de personas nacidas o de origen boricua. Esta diáspora ha expresado su profunda conexión con Puerto Rico, especialmente tras los devastadores huracanes Irma y María. Estos desastres naturales demostraron el impacto directo y significativo que los eventos en la isla pueden tener en este segmento de la comunidad en Estados Unidos continentales.
La soberanía alimentaria es un concepto vital que está ganando impulso en Puerto Rico. Se trata de un esfuerzo por reorientar los fondos agrícolas existentes del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) hacia la producción local en la isla.
Puerto Rico tiene una dependencia de las importaciones, que constituyen más del 85% de su consumo alimentario.
“Antes, Puerto Rico era un país agrícola con una producción significativa de caña, piña y café, pero la transición hacia una economía industrial y la falta de apoyo a la agricultura han llevado a una dependencia de productos externos. La iniciativa de soberanía alimentaria pretende revertir esta tendencia, promoviendo que los puertorriqueños consuman productos cultivados en su propia tierra, lo que fortalecería la economía local, pero también aseguraría la seguridad alimentaria de la isla”, expresó Johanna López una de tantos impulsores de la propuesta y representante estatal del área de Orlando.
Las organizaciones que suscriben la petición son: Alianza for Progress, La Mesa Boricua, UCF Puerto Rico Research Hub, CEO, Urbander, Voz Latina Broadcasting, Iniciativa Acción Puertorriqueña, Asociación de Puertorriqueños en Marcha, Boricuas de Corazón y la Cámara de Comercio Puertorriqueña Capítulo de Tampa.
Piden un proyecto de ley que asegure que los fondos de agricultura lleguen directamente a los agricultores y no se queden centralizados en el Gobierno. Este proyecto busca corregir la actual distribución de los fondos, que deberían fortalecer la agricultura en Puerto Rico y han sido manejados por el gobierno central, lo que ha llevado a una falta de apoyo directo a los agricultores locales.
“Es un poco más complejo para un congresista que no es puertorriqueño entender cómo funciona la política en la Isla. Muchas veces es difícil explicarle a nuestros senadores y congresistas cómo funciona, que no es igual a los Estados Unidos porque cuando llega a la administración un gobernador del Partido Popular o del PNP, los fondos se filtran hacia los alcaldes de su partido, aquellos con buenas relaciones dentro de la línea partidista del gobernador, y los utilizan para promoverse y empoderarse políticamente. En lugar de decir: ‘Vamos a fortalecer nuestra agricultura por igual’, lo que resultaría en un beneficio para todos los puertorriqueños”, explicó López.
La propuesta aboga por que estos recursos sean entregados directamente a los alcaldes, quienes a su vez los destinarían a los agricultores en sus municipios. De esta manera, los agricultores podrían adquirir los insumos necesarios, como personal, abonos, semillas y herramientas, para mejorar sus operaciones y contribuir al crecimiento económico de la isla.
Este programa federal propuesto tiene como objetivo proporcionar asistencia directa a los agricultores locales, fideicomisos comunitarios de tierras, la Universidad de Puerto Rico (UPR) y los municipios, con la esperanza de fortalecer la capacidad de Puerto Rico para producir sus propios alimentos.
Este movimiento cuenta con el respaldo de más de 23 alcaldes de ambos partidos principales en Puerto Rico, así como de la Universidad de Puerto Rico, grupos agroecológicos locales, agricultores y numerosas organizaciones comunitarias en todo Estados Unidos.
“Si la propuesta no se aprueba ahora, habrá que esperar otros cinco años para luchar nuevamente por estos fondos, aunque el dinero ya está asignado para la isla”, dijo López.
Agregó que es fundamental que los congresistas y senadores de Estados Unidos comprendan la complejidad política de Puerto Rico y la importancia de apoyar esta iniciativa. A diferencia de otros estados, donde los fondos agrícolas fluyen más fácilmente, en Puerto Rico es necesario garantizar que estos recursos lleguen a quienes realmente trabajan en los campos.
“La economía de Puerto Rico se ve severamente afectada por la dependencia de importación de productos agrícolas, que en realidad si consideramos que muchos de esos productos se pueden dar en la isla es fomentando la habilidad de nuestros agricultores, el boricua de a pie puede encontrar un alivio en cuanto al costo a la hora de hacer mercado, mejorar la economía local y es un “ganar ganar” para todos. Tiene toda la lógica del mundo apoyar y darles las herramientas y fondos necesarios a esos agricultores”, afirmó Efraín González, fundador de Voz Latina Broadcasting y quien apoya la petición.
En la carta, las organizaciones puertorriqueñas subrayan la importancia de este programa no solo para promover la seguridad alimentaria en la isla, sino también para apoyar a las pequeñas y medianas empresas, y atender las necesidades urgentes de los puertorriqueños en Florida y sus seres queridos en Puerto Rico.
Una encuesta realizada por la Universidad George Washington revela que el 40% de los puertorriqueños enfrentan inseguridad alimentaria. Esta dependencia extrema de alimentos importados deja al sistema nutricional de la isla en una posición precaria, particularmente en situaciones de emergencia.
Tras el devastador huracán María, la falta de una agricultura local sólida resultó en que miles de puertorriqueños padecieran hambre, al no poder llegar los alimentos debido a la destrucción de los puertos. La soberanía alimentaria busca corregir esta vulnerabilidad crítica.
Este programa, en colaboración con la Universidad de Puerto Rico, busca reducir la dependencia de la isla en alimentos importados, ofreciendo apoyo técnico y culturalmente adecuado.
Para garantizar que todos los agricultores elegibles puedan acceder a los beneficios del programa, es esencial que las operaciones se realicen en español, conforme a las directrices federales sobre acceso al idioma. Esto asegura que la información y los recursos sean accesibles y comprendidos por todos los beneficiarios, respetando la diversidad lingüística y cultural de la isla.