El 21 de mayo del 2023, a la 1:25 pm, partió de esta vida, el reverendo José E. Vilar Santiago,
hijo del Reverendo José María Vilar Ortells e Irene Santiago Rivera.
Es un momento triste para toda la familia, así como lo es para los cientos de personas que
recibieron su amor, sus consejos, su apoyo y su cariño a través de sus 85 años de vida. Pero
también es el momento para honrar y celebrar su vida, su obra y su gran vocación de servicio al
prójimo. Todo quien lo conoció fue testigo de su gran fe, humildad, espiritualidad, y compasión
con todas las personas.
Mi padre conocido como Cheo Vilar o el Padre Cheo fue un puertorriqueño nacido en Fajardo y
fue criado en Juana Diaz, Mayagüez y Vieques (de donde era la familia de su madre). Estudió en
el colegio San Justo en Trujillo Alto, obtuvo su bachillerato en Estudios Clásicos en Ripon
College, Wisconsin, y su Maestría en Divinidad la completó en Yale Divinity School, en Hartford,
Connecticut, donde conoció a su eterno amor y esposa Elizabeth A. Holmes.
El Padre Cheo comenzó su carrera en el sacerdocio como capellán del Hospital San Lucas en
Ponce, Puerto Rico, donde nacieron sus dos primeros hijos, yo, Juan Marcos y mi hermana
María Elena. Su primera feligresía fue en Arecibo en la Iglesia de San Pablo donde nació mi
hermano Pablo José. De allí, continuó su vocación en el área metropolitana donde trabajó como capellán del Obispo Reus, QEPD, en San Justo, seguido por años en la Capilla de Santo Tomás en Carolina donde también fue Dean del Seminario Episcopal del Caribe. Su trabajo con los jóvenes del barrio de San Antón y en particular con los campamentos de verano en San Justo aún se hablan y recuerdan con gran cariño por todos. Durante estos años tuvo la gran oportunidad de viajar por toda Latinoamérica y Norteamérica incluyendo Alaska y Canadá. Dejó su legado en parroquias de Cuba, Haití, República Dominicana, México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, y Ecuador con su trabajo de la Iglesia Episcopal y la Novena Provincia.
Papi fue mi maestro de griego y latín (además de otros estudiantes incluyendo mis hermanos)
en la Escuela Superior Boynton School, en el estado de New Hampshire, donde pasó dos años
de sabática fuera de la Iglesia. Dos años más tarde, fundó y fue rector de la Misión San Juan en
Washington, D.C. bajo el Obispo Walker, QEPD, y en los años ’80 y donde luchó por los
derechos humanos de los inmigrantes indocumentados por las guerras centroamericanas.
Fue candidato a obispo de la diócesis Episcopal de Puerto Rico y de la diócesis Episcopal de
Honduras. Trabajó como Rector de la Iglesia La Encarnación en Rio Piedras donde fue de los
primeros en reconocer y abrir las puertas a las parejas LGBTQ. Su amor por la montaña y las
zonas rurales de Puerto Rico lo inspiró a lograr su sueño de dedicarse a las misiones
Episcopales de la Cordillera Central Borincana desde la Iglesia la Transfiguración en Maricao.
Durante esos años también dirigió cursillos y talleres para estudiantes seminaristas en San
Lucas con Padre Jorge Juan Rivera, su gran amigo y colega.
Como discípulo de vida de Pedro Albizu Campos, dedicó su vida a la justicia social, a la teología
de la liberación, y a la soberanía y autodeterminación del archipiélago de Puerto Rico.
Hubiera escogido morir en Puerto Rico, pero prefirió complacer al amor de su vida, su esposa
Elizabeth. Es así como terminó en Delray Beach, Florida, asegurando en su retiro que su
compañera de vida fuera feliz, junto a su hija Elena.
Hoy despedimos a un gran hombre, muy espiritual, luchador, comprometido con su gente,
bondadoso, generoso y amable de corazón. El mejor ejemplo de vida que he conocido. Siempre será un gran privilegio haber sido su hijo. A mis amigos que nunca lo conocieron, sepan que lo mejor de mi ser viene de él. Lo mejor que hecho en la vida, fue imitarlo. Hoy lo despido con el corazón hecho trizas, pero con la fe de que nos volveremos a ver y que siempre su recuerdo y ejemplo estarán a mi lado.
Hoy nosotros sus hijos, Marcos y Karol, Elena y Alain, Pablo y Rita; sus nietos, Zuli, Sebastián,
Sofia, Isabella, Mariana, José Mateo, y bisnietos Calvin, Lilah, Eva y Simona, sus hermanos y
sobrinos y demás familiares elevamos unas plegarias para que Dios lo reciba en su reino
celestial. Amen.
Se llevará a cabo una misa que será celebrada por el Reverendo Obispo de Miami Peter Eaton, el próximo sábado 27 de mayo a las 09:30 AM, en la Capilla de St. Andrews, 3900 Jog Rd. Building 13. Boca Ratón, Florida 33434.
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