El chef Chris “Sin Límites” y la directora de la fundación Dulces Sonrisas, Yamilette Seda Marrero, visitaron la iglesia Casa de Refugio localizada en Winter Park en el área de Orlando, con el fin de inspirar a otros niños y adolescentes que padecen Síndrome de Down y otras condiciones crónicas a lograr sus metas.
Christopher González Caro, mejor conocido como “Chris Sin límites” es un joven con Síndrome de Down nacido en Puerto Rico que se convirtió en Chef y que ha roto todas las barreras posibles demostrando que lo único diferente en él, es un cromosoma de más.
Los límites que Chris superó
A sus 27 años Chris logró graduarse de la universidad con honores y continúo con los estudios de postgrado. En su trayectoria tuvo la oportunidad de obtener su licencia de conducir, modelar ropa y cumplió uno de sus más grandes sueños: Ser Chef y dueño de un foodtruck.
Esta hazaña lo convirtió en la primera persona con Síndrome de Down en operar un establecimiento de comida.
El foodtruck de Chris “Sin Límites” está ubicado en el pueblo Rincón Puerto Rico, pero hoy en día, sus platillos son conocidos en toda la isla.
“Siempre les digo a los jóvenes con necesidades especiales que pueden lograr sus metas. Pueden estudiar, trabajar, enamorarse, comprarse un carro nuevo y un apartamento bien chévere. Y recuerden no es fácil, pero se puede”, dijo Chris a La Prensa durante su visita a Winter Park.
Dulces Sonrisas está dedicada a Dariel Rivera, paciente de cáncer que luchó desde sus 9 años, con tres diagnósticos. Partió con el Señor el 29 de junio de 2022. Durante su segundo diagnóstico le hizo prometer a Yamilette Seda, directora de la Fundación que continuaría su labor de impactar las vidas, así como lo hizo con él.
“Mi hija tiene síndrome de Down y el propósito es compartir este programa. El anhelo de nosotros como madres es que otros padres puedan ver la importancia de que si se puede. Nuestro objetivo es impulsar la fundación Dulces Sonrisas entre los padres de jovencitos con condiciones y que sepan que hay otros igual que ellos están haciendo tantas cosas para que se motiven”, explicó Lisette Mercado, pastora de la iglesia Casa Refugio.
Anna Agostini se contactó con la chef Yamile que estaban buscando dónde establecer el programa.
“‘They Can Do’ es un ministerio de servicio a la comunidad que lo comencé junto a mi hijo en el 2018 con el fin de llevar concientización sobre las habilidades y dones que Dios les entrega a todos para servir a los demás. Ellos son hijos de Dios con propósitos y no son definidos por sus diagnósticos. ‘They Can Do’ está trayendo a la Fundación Dulces Sonrisas y a los chefs, ICCR facilitó el local para el taller y El Cilantrillo lo está auspiciando”, expresó Agostini.
Las metas de la fundación son lograr tener un espacio donde los pacientes tomen sus talleres, socialicen, se distraigan y aprendan; ser recurso para que otras fundaciones puedan adaptar las Artes Culinarias como terapia; contar con el apoyo de supermercados, tiendas de cadena o auspiciadores para cada taller; lograr contar con el apoyo de supermercados, tiendas por departamento, restaurantes etc., para la venta de las recetas y así lograr costear cada taller con todos los productos y materiales necesarios.
Es la segunda vez que la chef llega a la iglesia ubicada en Winter Park. Y de acuerdo con la pastora Mercado su iglesia puede ser el punto de encuentro cuando Yamilette y Chris viajen de Puerto Rico a Florida. Establecer una sede de Dulces Sonrisas sería un proyecto de inspiración para los padres que están en Orlando, Kissimmee, Ponciana y Winter Park.
Dulces Sonrisas es una organización sin fines de lucro enfocada en proveer a niños con diversidad funcional y enfermedades crónicas, una experiencia de terapia divertida y de aprendizaje.
Por medio de terapias culinarias se integra la terapia del habla y ocupacional. Utilizar las artes culinarias en forma creativa, como fin terapéutico para fortalecer la salud física, emocional y social de los niños y jóvenes con discapacidades y enfermedades Crónicas.
Así nació el amor de Chris por la cocina
El amor por cocinar nació desde muy pequeño pues su madre le permitía colaborar en la preparación de los alimentos.
Cuando se convirtió en adolescente, él ya era capaz de cocinar todo tipo de platillos, en especial los típicos Boricuas. Tiempo después Chris decidió estudiar Artes Culinarias en la Universidad Interamericana de Aguadilla.
El Foodtruck Chris Sin Límites opera los fines de semana frente al Hotel Rincón of the Seas en la localidad de Rincón.
También te puede interesar: Chris Sin Límites envía mensaje en el Día internacional del Síndrome de Down