El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha dado luz verde al controvertido proyecto de construcción de una gigantesca instalación de detención para inmigrantes indocumentados conocida como “Alligator Alcatraz”, que ocupará unas 30 millas cuadradas en pleno corazón de los Everglades.
Según el plan aprobado y propuesto por el gobierno de Florida, este centro albergará a miles de inmigrantes con antecedentes penales, en una zona remota rodeada por pantanos, caimanes y pitones, una geografía que —según funcionarios— “sirve como disuasivo natural” para evitar fugas, reduciendo la necesidad de vallas perimetrales reforzadas.
El proyecto, impulsado por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, y respaldado por la administración del presidente Donald Trump, ha desatado un amplio debate ético y legal.
Grupos ambientalistas han advertido sobre el impacto que podría tener esta construcción en el ecosistema frágil de los Everglades, una de las reservas de biodiversidad más importantes de Estados Unidos.
La activista Nayna Gupta criticó duramente el proyecto. “Esto es un espectáculo de horror absoluto. Florida está comenzando la construcción de un centro de detención de inmigrantes rodeado de caimanes y serpientes, bajo un calor insoportable y sin supervisión alguna”, afirmó.
Un vocero del DHS defendió la controversial instalación migratoria en los Everglades conocida como “Alligator Alcatraz”, señalando que “estamos desarrollando métodos rentables e innovadores para cumplir con el mandato del pueblo estadounidense de llevar a cabo deportaciones masivas. ‘Alligator Alcatraz’ ampliará la capacidad de camas en cuestión de días gracias a nuestra asociación con Florida”.
El gobernador y defensores de la medida argumentan que Alligator Alcatraz permitirá liberar espacio en cárceles tradicionales y proporcionar un “entorno controlado” para criminales indocumentados a la espera de resolución migratoria. La instalación contará con personal de ICE, vigilancia aérea y módulos flotantes adaptados a la zona pantanosa.
Las autoridades informaron que la construcción ya ha comenzado y que el centro podría estar parcialmente operativo en 30 a 60 días, lo cual ha generado preocupación sobre la rapidez con la que se está implementando sin evaluación pública o proceso legislativo exhaustivo.
La instalación, compuesta inicialmente por grandes carpas y con planes de expansión a edificios permanentes, tendrá un costo anual estimado de $450 millones. Aunque se trata de un gasto significativo, funcionarios estatales indicaron que Florida podrá solicitar reembolsos parciales a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).