Washington, D.C. – Altos mandos del Pentágono revelaron este domingo nuevos detalles sobre la operación militar estadounidense que bombardeó tres instalaciones nucleares en Irán. El general Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, calificó la misión como “el ataque más grande con bombarderos B-2 en la historia operativa de Estados Unidos” y aseguró que causó “daños y destrucción extremadamente severos” en los objetivos.
La operación, denominada “Midnight Hammer” (Martillo de Medianoche), fue ejecutada de manera encubierta y con conocimiento restringido incluso dentro del propio gobierno de Washington. La acción se desarrolló el sábado 21 de junio de 2025, cuando siete bombarderos furtivos B-2 Spirit despegaron desde la Base Aérea Whiteman en Misuri, rumbo al este, hacia Irán.
Tres blancos: Fordo, Natanz e Isfahán
Los bombardeos se concentraron en tres instalaciones clave del programa nuclear iraní: Fordo, Natanz e Isfahán. A las 2:10 a.m. hora local en Irán (6:40 p.m. ET), el primer B-2 lanzó dos bombas perforadoras de búnker conocidas como GBU-57 MOP sobre Fordo. Durante los siguientes 25 minutos, se lanzaron un total de 14 MOPs sobre Fordo y Natanz. Paralelamente, un submarino estadounidense disparó más de 20 misiles de crucero Tomahawk contra Isfahán.
Maniobra coordinada y secreta
Para preservar el elemento sorpresa, otro grupo de B-2 voló rumbo al oeste sobre el Pacífico como señuelo, lo que generó especulaciones en medios sobre su posible llegada a la base estadounidense en Guam. Mientras tanto, los aviones atacantes cruzaron el Atlántico y el Mediterráneo, realizando varias recargas en vuelo y reuniéndose con cazas y aviones de apoyo estadounidenses en Medio Oriente, ejecutando lo que Caine describió como una maniobra “compleja y cronometrada al milisegundo.”
“Los sistemas de defensa iraníes no respondieron. No detectaron nuestra presencia. Conservamos el elemento sorpresa durante toda la misión”, aseguró Caine. También destacó que más de 125 aeronaves participaron, incluyendo bombarderos, cazas, aviones de reabastecimiento y vigilancia, y se emplearon más de 75 armas guiadas con precisión.
Daños “extremadamente severos”
Aunque los informes preliminares de evaluación de daños indican un nivel de destrucción “extremadamente severo” en los tres sitios, Caine advirtió que la evaluación completa tomará tiempo. Además, lanzó una advertencia directa a Teherán: “Nuestras fuerzas están en máxima alerta. Responderemos de forma inmediata ante cualquier represalia directa o ataque por parte de aliados de Irán. Sería una decisión muy equivocada.”
Defensa política y mensaje internacional
En la misma conferencia de prensa, el secretario de Defensa Pete Hegseth calificó el ataque como “un éxito abrumador” y aseguró que fue “una demostración clara del regreso de la disuasión estadounidense.”
“La operación no tuvo como objetivo a tropas iraníes ni al pueblo iraní. Fue una acción enfocada en desmantelar la infraestructura nuclear de manera decisiva”, dijo Hegseth.
“El presidente Trump fue claro, audaz y brillante en su planificación. Cuando este presidente habla, el mundo debe escuchar.”
Este ataque marca un punto de inflexión en la política exterior y militar de Estados Unidos hacia Irán, y genera tensiones globales ante las posibles consecuencias de una escalada en la región. Por el momento, Washington se mantiene en alerta máxima, mientras el mundo espera la reacción del gobierno iraní.