Manifestantes de distintos grupos “marginados” salieron a protestar y crear conciencia sobre todas las propuestas de ley que han pasado en la legislatura de Florida y que atacan a las comunidades de inmigrantes, LGBTQ, quitan los derechos reproductivos de las mujeres y anulan los derechos democráticos de los votantes.
En una fecha donde en América Latina se marcha por los derechos de los trabajadores, los residentes del área de Orlando marcharon por sus libertades.
“Ha sido una sesión legislativa muy fuerte en contra de todos los derechos de nuestras comunidades diversas es una guerra en contra de la diversidad en la Florida y por eso es que estamos reuniendonos porque todavía hay esperanza y hay que seguir educando a la comunidad sobre los efectos que van a tener estas leyes”, señaló Ricardo Negrón Almodóvar, director ejecutivo de la entidad sin fines de lucro, Del Ambiente, que aboga por los derechos de la comunidad LGBTQ.
Negrón dijo que las leyes promulgadas y que entran en efecto el 1 de julio, reducen los días que tienen las personas para solicitar el voto por correo, penalizan a las organizaciones sin fines de lucro que hacen registro de votantes, cohíben a personas que están autorizadas para trabajar, pero que no son ciudadanos, que puedan registrar votantes. También las leyes antigay quitan servicios médicos a menores y adultos de la comunidad LGBTQ.
Del Ambiente fue una de tantas organizaciones que asistieron a “March for Our Dreams and Freedom” (Marcha por nuestro sueños y libertad) para enviar un mensaje a los legisladores de Florida.
Asistieron personas de diferentes grupos marginados que abogaban por los derechos de los estudiantes, las mujeres, las comunidades inmigrantes, las personas transgénero, LGTBQ+, los derechos reproductivos y derechos de los votantes.
Fue un momento para hacer oír su voz, ya que los organizadores del evento dicen que los derechos de los floridanos están siendo amenazados como nunca antes. Los asistentes afirman que los funcionarios del gobierno estatal están utilizando la ley para restringir y castigar a ciertas comunidades, por lo que marcharon para mostrar solidaridad.
“Hay un ataque total a nuestras vidas en este momento. Ya sea que sea una persona transgénero que ya no puede acceder a la atención médica o que sea un inmigrante que tiene miedo de incluso dejar el estado con sus hijos ciudadanos estadounidenses, o tiene miedo de que el sistema educativo doble su historia en este momento. Todos nosotros nos vemos afectados por estas políticas” dijo Felipe Sousa-Lazaballet, director ejecutivo del Centro Comunitario La Esperanza.
“Mientras intentan borrar nuestra historia, borrar nuestra humanidad, estamos aquí para decir que existimos, amamos y pertenecemos aquí”, expresó.
También te puede interesar: Miedo entre familias hispanas por propuestas antiinmigrantes