Fiesta en la Plaza de San Pedro tras la señal de humo blanco
La emoción invadió a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, donde las olas de aplausos se intensifican con la llegada de la banda musical y los guardias suizos vestidos con sus característicos trajes de arlequín.
El humo blanco no solo anunció la elección de un nuevo Papa, sino que desató una explosión de banderas ondeando por todo el lugar: de Corea del Sur, India, Líbano, Polonia, Rumanía y muchas más.
Lejos de ser una ceremonia solemne, el ambiente se ha transformado en una auténtica fiesta multitudinaria. Aunque es difícil escuchar la música de la banda entre tanto bullicio, pocos parecen notarlo o preocuparse. Las personas se toman selfis en lo que será su momento de “yo estuve ahí”, mientras un sacerdote con alzacuello es alzado sobre los hombros de alguien, envuelto en la bandera de Brasil y haciendo la señal de paz con ambos brazos extendidos.
“Hoy fuimos parte de la historia”
Caroline Cooper, de 70 años, llegó desde Londres con una amiga exclusivamente para presenciar el cónclave.
“Llegamos el lunes y tanto ayer como hoy hemos estado aquí todo el día esperando las señales de humo”, cuenta emocionada, conteniendo las lágrimas mientras su amiga le pasa un pañuelo. “Simplemente no pudimos resistirnos a venir… hoy fuimos parte de la historia. Estoy realmente, realmente conmovida”.
Ambas esperan que el nuevo pontífice sea tan amable y generoso como lo fue Francisco.
Incluso las terrazas del Palacio Apostólico se han llenado de personas, presumiblemente empleados del Vaticano, que han salido a ver a su nuevo líder.
El nombre se anunciará más tarde, cuando un cardenal de alto rango pronuncie las palabras «Habemus Papam!» (en latín, «¡Tenemos un Papa!») desde la logia de la basílica. A continuación, el cardenal leerá el nombre de nacimiento del ganador en latín y revelará el nombre que ha elegido para ser llamado.