Cientos de personas que buscan cumplir con su cita de parole por asilo político, han estado acampando en Orlando alrededor de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas y Operaciones de Remoción (ICE ERO, por sus siglas en inglés), desesperadas por reunirse con los agentes de ICE. Según los entrevistados por La Prensa, las largas filas se experimentan desde hace un mes.
Estas personas cruzaron recientemente la frontera y les fue otorgado un parole que les indica que deben acudir a oficinas como estas. Según un abogado de inmigración las causas son una creciente afluencia de inmigrantes, el retraso causado por la pandemia y falta de personal.
Los inmigrantes deben dar una dirección donde se van a quedar y de acuerdo con esos datos les dan una cita para la oficina a la que deben asistir. Así que de domingo a viernes los alrededores de la oficina de ICE se llenan con cientos de hombres, mujeres y niños pequeños que desafían el calor por la oportunidad de obtener un lugar en la lista de citas con personal de inmigración.
Los inmigrantes han tenido que esperar varios días para ser atendidos por un oficial después de cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Muchos de ellos han estado durmiendo toda la noche en la acera, en casas de campaña o en sus autos.
“Nosotros ya resolvimos y ya nos dieron la cita, pero tuvimos que esperar acampando aquí casi una semana”, comentaron los esposos Greydis Pacheco Cabrera y Joe Correa Linar quienes cruzaron la frontera hace un mes, junto con sus dos niños de tres y 12 años.
Un familia de esta pareja reveló que de Cuba están saliendo más de 100 personas por día. Explica que las personas pagan hasta $6000 para viajar a Nicaragua, que es el único país que permite la entrada de cubanos sin visa, y luego siguen ruta desde ese país hasta la frontera sur de EE. UU.
Mikel García, de Venezuela, dijo que ha estado acampando durante tres días con la esperanza de tratar de que le remuevan el grillete que tiene en su tobillo. Muchos en la fila dijeron que temen que si no esperan en las largas filas, serían deportados a su país.
Todas estas personas tienen el parole que les permite ingresar legalmente a los EE. UU., y los protege de la deportación mientras se encuentra en el período de libertad condicional asignado. El parole es condicional y temporal. No confiere un estatus permanente.
Los oficiales de inmigración no permiten que todas las personas estén dentro de la oficina, solo quienes ya van a ser recibidos por un agente de inmigración. Las filas se hacen afuera de la oficina y llegan a la avenida Delegates Dr., en Orlando donde hay bastante tráfico.
Así que se espera que multitudes sigan acampando frente a la oficina de inmigración de Orlando durante días ya que las más recientes noticias informan que de Centroamérica, Cuba, Venezuela y Haití, siguen llegando caravanas de inmigrantes para pedir asilo político.
También existe la posibilidad que ICE responda a las inquietudes de los representantes Darren Soto y Stephanie Murphy, quienes enviaron una carta al Secretario de Seguridad Nacional de los EE. UU., Alejandro Mayorkas, y al Director Interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. del Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU., Tae D. Johnson, solicitando su intervención.
“Las escenas fuera de la oficina de ICE en Orlando son muy preocupantes. Estamos enviando una carta esta semana para solicitar un horario de citas más ordenado, personal adicional y otros recursos”, dijo Soto en el comunicado.
La carta relata que al menos 250 personas, incluidos niños pequeños, han estado experimentando mayores tiempos de procesamiento en las instalaciones de ICE ubicadas en 9495 Delegates Drive, Orlando.
“Muchas de estas personas han llegado recientemente a los Estados Unidos y buscan citas con agentes de inmigración. Resolver el retraso actual en las instalaciones de ICE en Orlando es vital para garantizar la seguridad de los inmigrantes que buscan refugio. Le pedimos que trabaje con rapidez y diligencia para investigar y abordar estos retrasos”, se escribe en la misiva.
Hasta el cierre de esta edición no había respuesta por parte de esas agencias federales y las largas filas continuaban en la oficina de ICE de Orlando.
Cada día al menos 100 personas con niños pequeños, son vistas esperando bajo el sol durante horas y, en algunos casos, tuvieron que dormir dos o tres noches frente a una oficina. “Cuando ves esto, no parece que estés en los Estados Unidos. Esto es algo que tal vez suceda en otros países”, dijo Marytza Sanz la líder comunitaria. A ella también le preocupa que ante el retraso, algunos inmigrantes pierdan su cita y serían deportados.
Sanz junto con su organización Latino Leadership están lanzando la iniciativa de ayuda “Brigada Solidaria Somos Uno”, un llamado para unir organizaciones comunitarias, grupos religiosos y empresariales para trabajar juntos para brindar aliento y apoyo a “nuestros hermanos y hermanas”.
“Nos estamos organizando para llevarles un poco de agua y comida”, dijo la puertorriqueña quien puede ser contactada al email: msanz@latino-leadership.org o llame al 407-925- 4544. Se está solicitando que voluntarios adopten un día para visitar el sitio, también se está pidiedo comidas, refrigerios, sombrillas, ponchos, libros para colorear y/o juguetes para niños.
Edi Pachano llegó hace tres meses a EE. UU. y llevaba cinco días pernoctando fuera de la oficina porque su cita era el 29 de marzo y cuando llegó había mucha gente con citas asignadas, pero no había gente para atenderlos a todos. “Vengo a cumplir con las reglas que coloca el ICE, pero he venido muchas veces y nunca he podido lograr que me atiendan entonces decidí pernoctar. Desde que estoy aquí he visto a 200 personas que tienen que pasar su proceso de inmigracion. Hay gente que se han quedado muchos dias aquí, tanto o más que yo”, explicó.
Alexander Salas tiene 35 años y llegó a pedir que le entreguen los pasaportes venezolanos de él, su esposa y su hijo. Los necesita como identificación para inscribir a su hijo a la la escuela y para realizar diferentes gestiones.
“Me urge, pero vine el lunes de hace una semana porque me llamaron de inmigración que me tocaba y me dijeron que viniera a esta oficina para que diera las razones por las cuales necesito el pasaporte. Llevo aquí cinco días y todavía no he podido tener una cita”, explicó Salas y dijo que por lo menos ya estaba más cerca. “El miércoles tenía 110 personas antes de mi y hoy lunes tengo el 38. Si trabajan como debe ser posiblemente saldremos hoy”.
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