Cuando hablamos de Navidad en América Latina, nos referimos a sabores únicos, aromas inconfundibles, música vibrante, bailes contagiosos y bebidas tradicionales. Estas costumbres, profundamente arraigadas en las raíces culturales de cada país, cruzan fronteras y florecen en Estados Unidos, manteniendo vivas las tradiciones que unen a las comunidades latinas en esta celebración.
La “Navidad” al ser una herencia de los españoles que conquistaron bastas tierras de America, une a los latinos sin importar el país de origen. Esta tradición refleja la importancia de la convivencia familiar y el enfoque en pasar tiempo juntos, algo que a menudo se siente ausente en las celebraciones navideñas lejos del país de origen.
En Colombia, por ejemplo, se celebran las Noches de Velitas y la instalación de pesebres en las casas.
“Este es un pesebre que hemos traído para mostrar un poco de nuestro país. Representa el Eje Cafetero, destacando la producción del café, desde su planta hasta su proceso de transporte, ya sea en carritos o a través de mulas. Con este pesebre queremos transmitir dos mensajes muy importantes: el valor de la unificación familiar, simbolizado en el nacimiento del Niño Dios, y la importancia de cuidar nuestra flora y fauna, mostrando la diversidad natural que debemos proteger. Además, deseamos promocionar la riqueza cultural de nuestra región, como el Eje Cafetero y la Feria de las Flores de Medellín”, dijo Nancy Flores de profesión psicóloga y quien conserva sus tradiciones navideñas colombianas.
El corazón de la Navidad latina está en su gastronomía. Los platillos varían por región, pero siempre están llenos de historia y sabor. Desde los tamales mexicanos, el arroz con gandules y coquito puertorriqueño y el ponche de frutas en Centroamérica, hasta los buñuelos y las hallacas venezolanas, la comida se convierte en un puente que conecta generaciones y culturas.
“En Colombia, cada hogar tiene su pesebre, y en muchas ocasiones, hasta los vecinos de las calles se unen para crear uno grande. Es un momento para compartir comida típica como tamales, lechona y otros platos que varían según la región. Yo soy del Tolima, donde los tamales son una tradición. Los tamales de allá llevan de todo: arvejas, varias carnes (cerdo, pollo, res), huevo y son gigantes y deliciosos, hechos con maíz y arroz”, explicó.
“Además, el 8 de diciembre celebramos el Día de las Velitas, marcando el inicio de las novenas de Navidad. Esa noche, todo el país ilumina con velas y faroles, una tradición que une a las familias. Finalmente, el 24 de diciembre nos reunimos para una cena especial, compartimos regalos y disfrutamos en comunidad. Es un momento de unión familiar y de celebrar el nacimiento del Niño Dios”, finalizó Flores quien fue la ganadora del premio al mejor pesebre organizado por Alianza Center durante el Firts Friday: Jolgorio Panamericano que ya se ha vuelto una tradición navideña con música y pesebres representativos de varios países.
Beatriz Andrekovich, mexicana que fue reconocida durante la actividad, explicó que las posadas son una tradición emblemática en México, donde familias y vecinos recrean el peregrinaje de María y José en busca de refugio. Estas celebraciones suelen estar acompañadas de cánticos, piñatas y un ambiente de unidad que resalta el espíritu comunitario de la festividad.
En Paraguay, las festividades navideñas están llenas de color y alegría. Las decoraciones suelen ser muy llamativas, con elementos que van desde figuras tradicionales como el pesebre hasta personajes como Mickey Mouse o Santa Claus. “Mientras más colorido, mejor”, comenta Joe Weaver, quien nació en Estados Unidos, pero vivió mucho tiempo en Paraguay y las tradiciones de ese país marcaron su vida.
Explicó que 24 de diciembre, las familias paraguayas se reúnen para celebrar la Nochebuena. La tradición dicta que, a la medianoche, se reza en familia y es entonces, justo al dar las cero horas del 25, es cuando se coloca al Niño Jesús en el pesebre.
La cena navideña es otro momento especial, donde se disfruta de una variedad de comidas típicas. Entre los platos principales destacan aquellos hechos a base de maíz y mandioca (yuca), además del tradicional asado, una costumbre muy apreciada por los paraguayos en estas fechas.
Rita Fernández de origen paraguayo, fue quien preparó y decoró el pesebre familiar, resaltando la importancia de mantener vivas estas costumbres.
En Puerto Rico, la Navidad se celebra de manera única, combinando tradiciones culturales con un ambiente familiar lleno de música, comida típica y, por supuesto, mucha alegría. Myrnalie Francois, una entusiasta de estas festividades comparte cómo ella y su familia celebran esta época especial tanto en Puerto Rico como en Florida.
“En casa cocinamos lo típico de la cultura puertorriqueña: arroz con gandules, lechón asado, arroz con dulce y coquito”, cuenta Francois. A pesar de estar en Florida, la esencia de la Navidad boricua sigue viva en su hogar.
Además de las celebraciones tradicionales, Francois resalta la importancia del nacimiento de Jesús como el verdadero significado de la Navidad. También menciona que disfrutan del Día de los Reyes Magos, una tradición muy especial en Puerto Rico, que simboliza la culminación de las festividades navideñas.
“Dicen que en Puerto Rico tenemos la Navidad más larga del mundo, ¡y es cierto!”, comenta Francois con entusiasmo. Las festividades comienzan en noviembre, con los árboles de Navidad decorados y las fiestas en pleno apogeo, y se extienden hasta enero con las Octavitas. Después de las Octavitas, las celebraciones continúan con las fiestas de la Calle San Sebastián, una tradición llena de música, baile y alegría que marca el cierre oficial de la temporada navideña.
Este año, Kari recreó un pesebre utilizando materiales reciclables y elementos que tenía en casa, incluyendo tela de un musical que realizó el año pasado. “Me gusta transmitir a mis hijos el valor de reutilizar lo que tenemos a nuestro alrededor y conectar con la naturaleza. Es una forma de enseñarles la importancia de la creatividad y la sostenibilidad”, explicó.
Su pesebre incluye figuras tradicionales como la Virgen María, San José, el Niño Jesús y los Reyes Magos, y refleja el corazón de la Navidad: la unión familiar y el espíritu de comunidad.
La diversidad cultural de cada país mezcla tradiciones indígenas, africanas y europeas para celebrar la Navidad
México: se presentan pastorelas y las posadas, con recreaciones del nacimiento y peregrinaje de José y María.
Paraguay: Los pesebres se decoran con frutas y flores locales, representando la conexión con la naturaleza.
Colombia: La tradición de las novenas alrededor del pesebre, con rezos y cantos. Las Noches de las Velitas es una de las tradiciones más significativas que marca el inicio oficial de la temporada navideña en el país.
Puerto Rico: se realizan parrandas donde grupos de amigos y familiares visitan casas durante la noche cantando villancicos y aguinaldos, acompañados de instrumentos como güiros, maracas y cuatros. Plenas y bombas también forman parte de las celebraciones.
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