El expresidente Trump lanza una ofensiva comercial con nuevos impuestos a las importaciones y declara la “liberación económica” de EE.UU.
En un discurso cargado de simbolismo y tono patriótico, el expresidente Donald Trump anunció este miércoles 2 de abril lo que llamó “el Día de la Liberación Económica de Estados Unidos”. Desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, presentó una serie de nuevos aranceles a productos importados de todo el mundo, con el argumento de proteger la economía nacional.
“Este es uno de los días más importantes en la historia de Estados Unidos. Es nuestra declaración de independencia económica”, aseguró Trump ante los medios.
El expresidente explicó que durante años, los trabajadores estadounidenses han sido perjudicados por acuerdos comerciales desiguales, mientras otros países se beneficiaban a costa de la industria nacional. Por eso, su gobierno aplicará aranceles recíprocos, es decir, tasas similares a las que esos países ya imponen a productos estadounidenses.
¿Qué países serán los más afectados?
Durante su intervención, Trump mostró una tabla comparativa con los aranceles que algunos países imponen a productos de EE. UU., y las nuevas tasas que ahora aplicará su administración a esos mismos países. Entre los más afectados están:
- China: impondrá 34% de aranceles (EE. UU. recibe 67% de sus productos con trabas).
- Vietnam: 46% de aranceles (por una carga previa del 90%).
- Unión Europea: 20% (frente al 39% que imponen a EE. UU.).
- Japón: 24% (por los 46% que aplican actualmente).
- India: 26% (por una barrera del 52% a productos estadounidenses).
- Corea del Sur: 25% (respondiendo a un 50%).
Además, todas las importaciones estarán sujetas a un arancel mínimo del 10%, como base general.
Defensa de sectores productivos como la agricultura
Trump también defendió la medida como una forma de proteger a los agricultores y ganaderos del país. Denunció casos como el de Canadá, que impone hasta 300 % de aranceles a productos lácteos de EE. UU., o Australia, que prohíbe la carne de res estadounidense mientras exporta la suya al mercado norteamericano.
“No podemos seguir con una política de rendición económica unilateral… Vamos a cuidar de nuestra gente, primero”, sentenció Trump.
Un golpe a la globalización y sus defensores
En su discurso, Trump también lanzó fuertes críticas a los “globalistas” y expertos que, según él, han defendido políticas que perjudicaron a la economía estadounidense en las últimas décadas.
“Todos los pronósticos de nuestros oponentes sobre el comercio han sido erróneos. Dijeron que los aranceles destruirían la economía… y creamos la más grande de la historia”, aseguró.
¿Qué viene ahora?
Esta nueva estrategia comercial podría generar reacciones internacionales, represalias y debates económicos dentro y fuera del país. Mientras Trump insiste en que su objetivo es “nivelar el terreno de juego”, los expertos advierten que las consecuencias para los consumidores y la industria global podrían sentirse a corto y largo plazo.