Primero la reportó como desaparecida y después confesó haberla asesinado; Anthony Salvá Rivera enfrenta cargos por el feminicidio de Jennifer Michelle Maldonado Padua.
Asesino de Jennifer Michelle Maldonado Padua enfrenta cargos
El expediente criminal de Salvá Rivera es perturbador, tanto que a las autoridades les sorprende que el hombre haya conseguido un trabajo.
“El sujeto tenía récord por escalamiento, sodomía, violación y exposiciones deshonestas”.
Informó el coronel Roberto Rivera, refiriéndose al feminicida de Jennifer.
Anthony Salvá Rivera de 26 años es el principal sospechoso del feminicidio de su compañera de trabajo, Jennifer Michelle Maldonado Padua.
Esta tarde, la Fiscalía de Utuado del Departamento de Justicia radicó cargos en su contra después de recibir la confesión del mismo Rivera sobre lo ocurrido. Trasladaron al implicado a la comandancia de la Policía hacia el Tribunal de Utuado para recibir la sentencia.
Según las evaluaciones de la Fiscalía, los cargos son por asesinato en primer grado de acuerdo a lo tipificado en el Artículo 93 del Código Penal y por violar el artículo 6.06 de la Ley de Armas al usar un arma blanca para cometer el crimen.
Cabe destacar que en el 2019 enfrentó un juicio por sodomizar y violar a una menor de 16 años del cual salió impune.
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El joven alegaba que la mujer de 33 años ‘estaba desaparecida’
En un principio, el joven alegaba que su compañera estaba desaparecida y lo reportó ante sus supervisores, ya que ambos trabajaban como guardias de seguridad en la Planta Central Hidroeléctrica ubicada en el lago Dos Bocas.
Según el relato del acusado, Maldonado Padua había desaparecido después de subirse a un vehículo unos minutos antes de comenzar con su jornada laboral. Sin embargo, cuando comenzaron las investigaciones descubrieron que esta información no coincidía con las evidencias.
Entonces, comenzaron las sospechas.
Corroboraron videos, revisaron coartadas, entrevistaron a múltiples personas y finalmente, las autoridades lograron que Salvá Rivera confesará.
Admitió que él era responsable de la desaparición y asesinato de la mujer.
Posteriormente, la división de Homicidios del CIC de Arecibo halló el cuerpo de Jennifer en un risco a orillas de un río en la carretera 123 km. 62 del Barrio Río Abajo de Utuado.
El cuerpo presentaba heridas de arma blanca y golpes con objetos duros en la cabeza.
La jueza a cargo del caso le impuso una fianza de $2 millones.