El sospechoso, Vance Boelter, se entregó a la policía el domingo después de que lo encontraran en un bosque cercano a su casa, tras una intensa búsqueda que comenzó el sábado por la mañana cerca de Minneapolis. Se le acusa de hacerse pasar por un oficial de policía y de asesinar a tiros a la ex presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Melissa Hortman, y a su esposo, Mark, en su residencia en los suburbios del norte de Minneapolis.
Las autoridades también informaron que disparó contra el senador demócrata John Hoffman y su esposa, Yvette, quienes resultaron heridos en su vivienda, ubicada a unos 15 kilómetros de distancia.
El hombre de 57 años que, según las autoridades, planificó durante meses una serie de atentados contra legisladores demócratas en Minnesota.
Según el fiscal federal interino Joseph Thompson, Boelter llevaba tiempo vigilando, anotando detalles y disfrazándose de agente de policía, en preparación para atacar a los funcionarios que aparecían en su “lista de objetivos”, compuesta por más de 45 nombres, incluyendo políticos de otros estados como Michigan, Ohio y Wisconsin.
“No es una exageración decir que sus crímenes son materia de pesadillas”, declaró Thompson el lunes.
Los hechos ocurrieron la madrugada del sábado, cuando Boelter irrumpió en la casa del senador estatal John Hoffman en Champlin, Minnesota. Portando una pistola 9 mm, un chaleco táctico y una máscara de silicona hiperrealista, tocó la puerta fingiendo ser un agente de policía. Al ser confrontado por el senador, Boelter abrió fuego.
La esposa del legislador, Yvette Hoffman, también resultó gravemente herida. Ambos sobrevivieron tras recibir múltiples impactos de bala.
“John recibió nueve disparos. Yo recibí ocho. Estamos increíblemente agradecidos de estar vivos”, expresó Yvette Hoffman en un comunicado.
Poco después, Boelter condujo hacia Brooklyn Park, donde asesinó a Melissa Hortman, ex presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota, y a su esposo Mark Hortman, en la entrada de su casa. Su perro también fue alcanzado por los disparos y tuvo que ser sacrificado.
La rápida actuación de la policía, que llegó a la vivienda justo en el momento del tiroteo, evitó que Boelter siguiera su ruta mortal. La intervención provocó su huida hacia un área boscosa cercana.
Boelter logró escapar durante casi dos días, hasta que fue hallado el domingo en un bosque a un kilómetro de su casa, en el condado rural de Sibley. Al verse acorralado, salió arrastrándose de entre los árboles y se entregó a los agentes sin resistencia.
Durante la investigación, la policía encontró múltiples cuadernos con detalles precisos sobre sus planes. Entre los objetos incautados en su vehículo abandonado se encontraba un sombrero vaquero, visto en los videos de vigilancia, así como una carta firmada como “Dr. Vance Luther Boelter”, donde se identificaba como el autor de los ataques.
También se encontraron dos pistolas, $10,000 en efectivo y pasaportes a nombre de su esposa e hijos. En un mensaje de texto enviado a su familia tras el ataque, Boelter escribió:
“Papá fue a la guerra anoche… no quiero decir más para no implicar a nadie”.
La lista de objetivos hallada en su vehículo incluía los nombres de legisladores demócratas, defensores del derecho al aborto y líderes comunitarios. La representante estatal Esther Agbaje, al saber que estaba entre los posibles blancos, pasó el fin de semana refugiada con familiares hasta que Boelter fue arrestado.
“Solo hoy puedo empezar a respirar con tranquilidad”, confesó.
Aunque todos los funcionarios nombrados eran demócratas, las autoridades aún no han confirmado si Boelter actuó motivado por una ideología política específica. Sin embargo, su historial incluye asistencia a eventos de campaña de Donald Trump y una afiliación con una iglesia evangélica. Boelter también sirvió como funcionario político en una junta estatal de desarrollo laboral, donde coincidió con el senador Hoffman.
Vance Boelter enfrenta cargos federales por asesinato y acoso, que podrían derivar en la pena de muerte. También ha sido imputado a nivel estatal por asesinato y tentativa de asesinato. El lunes, en una audiencia en St. Paul, el acusado declaró que no podía costear un abogado. Un defensor público federal fue asignado y permanecerá detenido sin derecho a fianza.
Este ataque se suma a una creciente ola de violencia política en Estados Unidos, donde figuras públicas, especialmente mujeres y personas de minorías, han sido blanco de amenazas y atentados.
La senadora federal Tina Smith declaró que tras los hechos, se está planteando reforzar la seguridad personal de los legisladores.
Las preguntas sobre los motivos de Boelter, su acceso a armas y su perfil psicológico aún están por responderse.