La colombiana brilló en el Camping World Stadium en su regreso a los escenarios masivos
El Camping World Stadium vibró como pocas veces esta semana con el esperado regreso de Shakira a los escenarios masivos en Estados Unidos. Con un lleno tde más de 45,000 asistentes, la estrella colombiana continua con la etapa estadounidense de su gira mundial “Las Mujeres Ya No Lloran Tour”, un espectáculo que promete dejar huella en la industria musical y en los corazones de sus fans.
La gira, producida por Live Nation, marca el retorno de Shakira a los escenarios internacionales tras su exitoso El Dorado World Tour en 2018. Originalmente planeada para arenas, la demanda fue tan abrumadora que obligó a subir la producción a estadios, confirmando una vez más el poder de convocatoria de la artista barranquillera.
Durante el espectáculo, Shakira aprovechó un momento para hablar con el público y compartir un mensaje de empoderamiento: “Somos varios solteros, pero se puede ser feliz soltero o casado. El amor por el otro es muy bonito, pero yo creo que es aún más bonito el amor propio”, expresó antes de interpretar su exitoso tema “Soltera”, que fue coreado con fuerza por los asistentes.
Aunque en un punto del concierto los micrófonos fallaron por unos segundos, la artista mantuvo la calma y, con una sonrisa, aseguró que no se iba a estresar, sabiendo que el público entendía la situación. “Ustedes saben cómo es esto, cosas que pasan… pero seguimos adelante”, dijo con simpatía.
La producción del show fue impresionante: el escenario lanzaba llamaradas de fuego en algunos momentos clave, y pantallas gigantes permitían apreciar cada detalle de su actuación, incluso desde los asientos más lejanos. Además de “Soltera”, Shakira interpretó otros grandes éxitos de su carrera como “Hips Don’t Lie”, “Waka Waka”, “TQG”, “Antología” y “Te Felicito”, en un espectáculo que mezcló sus clásicos con las nuevas canciones de su álbum Las Mujeres Ya No Lloran.
La noche del concierto en Orlando no solo fue especial para los asistentes dentro del estadio, sino también para los vecinos de la ciudad. Varios residentes reportaron haber escuchado con nitidez el concierto desde puntos tan alejados como College Park y Oakridge, atribuyendo la claridad del sonido a las condiciones climáticas y al despliegue tecnológico del evento.
El tour mundial comenzó con una gira histórica por América Latina, donde Shakira vendió más de 950,000 boletos en menos de dos horas para 18 conciertos en estadios. En México, rompió récords al agregar una quinta fecha en la Ciudad de México y, en su natal Colombia, se convirtió en la primera artista femenina en presentarse en cinco estadios diferentes en el país.
Con una producción visual de última generación y un repertorio que celebra décadas de éxitos, “Las Mujeres Ya No Lloran Tour” no es solo un regreso: es una declaración de fuerza, resiliencia y celebración para varias generaciones de fans. Y Orlando fue testigo del inicio de una nueva era en la carrera de una de las artistas latinas más influyentes del mundo.
El impacto del concierto no se limitó al estadio: vecinos en múltiples barrios de Orlando escribieron en la red social Reddit haber escuchado claramente la música desde sus hogares, a millas de distancia del Camping World Stadium. En el foro comunitario r/Orlando, residentes de College Park, Maitland, Colonialtown North e incluso Altamonte Springs compartieron su sorpresa ante la potencia del sonido. “Estoy en College Park y de repente a las 8:45 dijimos: ‘¿qué diablos está pasando?’”, comentó un usuario. Otro añadió: “¡No puedo esperar para escuchar She Wolf desde mi balcón!”. Algunos aseguraron que el concierto de Shakira fue incluso más fuerte que los de EDC o Red Hot Chili Peppers, y mencionaron que factores como la humedad y el viento ayudaron a que el sonido viajara más de lo habitual. Un residente bromeó diciendo que el código postal 32804 tenía “órdenes estrictas de mantener los oídos atentos únicamente al livestream local exclusivo de Shakira”. Para muchos, la noche fue una sorpresa inolvidable que transformó la rutina de un miércoles en una fiesta colectiva.