Las catástrofes naturales extremas que se han generado debido al cambio climático provocan que cientos de miles de personas sean desplazadas de sus hogares cada año por desastres naturales.
Pero según los expertos, lo peor está por llegar. Los científicos prevén que esta migración se incrementará en la medida que avance el cambio climático.
Y diversas instancias del gobierno de Estados Unidos han emitido alertas sobre las consecuencias que esto puede generar para la seguridad nacional y la estabilidad mundial.
No es para menos. Informes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han reportado que entre 1998 y 2020, los fenómenos climáticos y geofísicos causaron 312,000 muertes y afectaron directamente a más de 277 millones de personas sólo en América Latina y el Caribe.
Para el año 2050, el informe Groundswell del Banco Mundial estima en 216 millones el número potencial de migrantes climáticos en todo el mundo si se cumplen los escenarios más pesimistas.
“Si bien es cierto que la mayoría de estas personas recurren a la migración como mecanismo de respuesta ante los desastres, la degradación ambiental, la pérdida de medios de vida y los impactos adversos del cambio climático; hay que tomar en cuenta que esta compleja situación está condicionada por la pobreza, inestabilidad política y la desigualdad existente; así como el crecimiento poblacional, la ocupación de lugares de alto riesgo y la elevada densidad”, opina Thais López Vogel, cofundadora de la Fundación VoLo. “Es hora de educar a la población y tomar cartas en el asunto. Es una tarea de todos lograr que las propuestas existentes generen mejores resultados de los que hemos tenido hasta el momento”.
López Vogel mostró su preocupación tras compartir con activistas climáticos, líderes empresariales y expertos en asuntos políticos que se reunieron en Orlando, Florida, durante la 5ª Conferencia Anual Climate Correction™ organizada por la Fundación VoLo.
Si bien ningún país ofrece asilo a los migrantes climáticos, la oficina del Alto Comisionado para Refugiados de la ONU publicó en octubre del 2020 unas pautas legales que abren las puertas para que las naciones den protección a las personas desplazadas por los efectos del calentamiento mundial.
La comisión reconoció asimismo que una protección temporal no basta si un país no puede remediar las situaciones derivadas de desastres naturales.
Según se desprende de la investigación de la OMM, América Latina se proyecta como una de las regiones del mundo donde los efectos e impactos del cambio climático, como las olas de calor, la disminución del rendimiento de los cultivos, los incendios forestales, el agotamiento de los arrecifes de coral y los eventos extremos del nivel del mar, serán más intensos.
La agencia de la ONU reportó que la intensa sequía en el sur de la Amazonia y la región del Pantanal durante 2020 fue la peor de los últimos 50 años.
Además, el nivel del mar en la región crece por encima del promedio mundial. Con un promedio de 3,6 mm anuales, entre 1993-2020, el nivel del mar en el Caribe ha aumentado a un ritmo superior al promedio mundial, que fue de 3,3mm al año.
Los fenómenos meteorológicos extremos afectaron a más de ocho millones de personas en América Central, agravando la carestía de alimentos en países que ya estaban paralizados por crisis económicas, restricciones de COVID-19 y otros conflictos.
Así mismo la OMM ha detallado que el aumento de la temperatura observado en Europa en los últimos 30 años es más del doble que el incremento medio de la temperatura registrado a nivel mundial: en ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable.
“Según la OMM, a medida que continúe la tendencia al calentamiento, la sociedad, las economías y los ecosistemas se verán afectados por episodios de calor excepcionales, incendios forestales y crecidas, así como por otros efectos del cambio climático”, apuntó López Vogel.
Los desastres naturales más frecuentes y destructivos —como los huracanes, las inundaciones y los incendios forestales— están causando daños materiales, pérdida de ingresos e interrupciones empresariales que amenazan con cambiar la manera en que se valúan los bienes inmuebles y otros activos, según un informe publicado por un panel de reguladores federales y estatales.
En términos de migración, Estados Unidos ya está sintiendo los efectos del cambio climático, con huracanes mortales y destructivos que impulsan la migración de las personas de Centroamérica.
Por ello el Departamento de Seguridad Nacional, que incluye a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, ha asegurado que dará prioridad al cambio climático en los programas de preparación para emergencias que ofrece a los gobiernos estatales y locales.
También te puede interesar: Abordan la emergencia climática