Una nueva investigación hecha por Associated Press News, habla sobre las criptomonedas en los Estados Unidos y como estas alimentan las creencias de que quienes entren a este mundo saldrán de la pobreza. ¿Esto será verdad? Los eventos recientes no mienten y al parecer, el dogma que se formó alrededor de las monedas virtuales está cobrando mayores fuerzas por la fe.
Las criptomonedas dentro de los Estados Unidos
Estados Unidos es la cuna del capitalismo tardío, con una población con mayores probabilidades de caer en la clase baja y con una crisis de supervivencia entre los sectores trabajadores de la población. Lamentablemente, esto se acompaña de la caída de bancos de gran relevancia y del crecimiento inflacionario en la nación.
Ante esta situación, son un gran número de ciudadanos quienes invierten en criptomonedas para poder tener una vida económica mejor. Es decir, para obtener mayores ganancias y poder salir de la situación precaria en la que están. Entre los entusiastas de las criptomonedas se encuentran la comunidad hispana y la afroamericana.
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Si resultados, pero sí con pérdidas
Desafortunadamente, por más que estas personas inviertan en criptomonedas y entren a cursos para poder “dominarlas”, no encuentran los resultados que esperan. Además, aunado con el desplome de varias instituciones bancarias de esta índole, tales como Silvergate Capital Corp. y Signature Bank, la población, no tan solo de los Estados Unidos, sino mundial, se encuentran un poco decepcionada de las monedas virtuales.
Mariela Regalado, de 33 años, y Jimmy Bario, de 22, vecinos del complejo Marcy Houses de Brooklyn, empezaron a invertir $20 o $30 dólares en bitcoin de manera quincenal, aproximadamente. Esto debido a que asistieron a “Bitcoin Academy”, un taller patrocinado por Jay-Z y Jack Dorsey, cofundador de Block Inc, la empresa matriz del sistema de pagos móviles Cash App.
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Cuanto los medios de Associated Press la entrevistaron, ella habló sobre su decisión y sobre lo que pensaba de las criptomonedas:
“No lo veo como algo que vaya a, ya sabes, sacarme de Brooklyn y comprarme una mansión de $2 millones de dólares en Texas. Pero si ocurre, estoy totalmente a favor”.
Cabe destacar que Regalado es consultora educativa y madre de un niño pequeño.
Un incremento durante la pandemia por COVID-19
Una pequeña parte de los residentes estadounidenses tienen criptodivisas, sin embargo, la compra de estas tuvo un gran incremento durante la pandemia por COVID-19, ya que las bajas tasas de interés hicieron que pedir dinero prestado e invertir en activos de riesgo fuera más atractivo. Los precios de las criptomonedas vieron su máximo apogeo durante el 2021, año donde surgieron un sinfín de aplicaciones, actividades de intercambio e incluso, cajeros automáticos para poder adquirirlos más fácilmente.
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No obstante, fue durante el año pasado, en el 2022, que tuvo lugar los desplomes de estas monedas virtuales, debido a la gran burbuja de especulación que se formó frente a estos. Además, el hecho de que las criptomonedas carecen de protecciones como el seguro de depósitos, ya que no están controladas por ninguna institución, producen gran desconfianza entre algunos. El carecer en gran medida de regulación, el sector es susceptible de sufrir estafas, pirateos y fraudes.
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Nuevos estudios sobre la situación
Pew Research Center, durante el 2021 y 2022, realizó varias encuestas que marcan que alrededor del 20% de los adultos estadounidenses afroamericanos, hispanos y asiáticos compraron, comercializaron o usaron criptodivisas, en comparación con el 13% de los adultos blancos. La investigación de Bradford, que examinó datos de Pew Research Center y la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, encontró que los inversores negros son más propensos a poseer criptodivisas que acciones o fondos mutuos, mientras que lo contrario es cierto para los inversores blancos.
La fiebre de las criptomonedas
Los entusiastas de las comunidades hispanas y afroamericanas hicieron grupos dentro de las redes sociales, escribieron libros y organizaron conferencias para hablar a favor de la “blockchain”, y su uso en la creación de sistemas más “justos” en finanzas y demás temas de economía.
Mientras tanto, está la publicidad engañosa de la empresa Coin Cloud, encargada de fabricar cajeros automáticos de divisas digitales se muestra en diferentes medios. Esta compañía, que se declaró en quiebra, hizo un anuncio publicitario donde aparecía el director de cine Spike Lee ridiculizando el “dinero antiguo” como “explotador”, “opresivo” y “blanco”, y el cripto como “positivo” e “inclusivo”.
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Una publicidad engañosa
Ante esto, Tonantzin Carmona, perteneciente del Instituto Brookings, entidad encargada de investigar el impacto de las criptomonedas en minorías, señaló que esta es una carnada para inversores inexpertos. Así lo declara, mencionando que la publicidad se hace pasar por una herramienta de inversión sin inconvenientes.
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“Hay un grupo marginado, una comunidad históricamente excluida del acceso a productos, servicios y oportunidades, y de repente se les dice que tendrán acceso a algún tipo de alternativa. Pero este acceso a menudo viene con condiciones que socavan los beneficios o que reproducirán la inseguridad para estas mismas comunidades”.
La fe crece ante la falta de resultados
Sin embargo, y a pesar de las esperanzas que tiene gran parte de la población ante estos instrumentos financieros impredecibles, es un hecho que las criptomonedas elevan gran parte de su valor a través de la especulación. Esto quiere decir que, entre más gente se entusiasme con la moneda y luego acceda a comprarla, el valor será mayor. Esto abre puerta a un sinfín de fraudes y robos, donde la comunidad latina, afroamericana y asiática es la más susceptible a sufrir los estragos.
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